Los Colores de la Familia



En una pequeña ciudad llamada Arcoíris, vivía una familia muy especial. La familia Gómez estaba formada por Papá Omar, Mamá Luz, la pequeña Sofía y su amigo, un perrito llamado Nube. Aunque en la casa de los Gómez todo parecía alegre y colorido, Sofía sentía que, a veces, había algo diferente en su familia que no entendía del todo.

Una tarde, mientras jugaba en el jardín, Sofía le preguntó a su mamá:

"Mamá, ¿por qué algunas familias son diferentes?"

Mamá Luz sonrió y dijo:

"Las familias vienen en todas las formas y tamaños, Sofía. La diversidad es lo que hace que nuestra comunidad sea tan especial."

Sofía se quedó pensando y decidió que quería saber más. Así que al día siguiente, invitó a sus amigos a casa para un taller especial sobre la diversidad. En casa, no solo había espacio para todos, sino también muchas cosas para aprender.

Cuando sus amigos llegaron, Sofía les dijo:

"¡Hoy haremos algo divertido! Vamos a contar cómo son nuestras familias y qué las hace diferentes."

Lucas, el amigo de la escuela, comenzó a hablar:

"En mi casa hay dos papás. Me abren las puertas a vivir aventuras grandes. Este fin de semana iremos a escalar montañas. ¡Es genial!"

La hermana de Lucas, Valentina, agregó:

"Y yo tengo dos mamás que me enseñan a bailar y hacer manualidades. Cada día es un nuevo proyecto."

Sofía miró a su alrededor y dijo:

"¡Qué lindo! En casa tenemos mucho amor, y eso es lo que importa. La diversidad nos hace únicos. ¿Verdad Nube?"

Nube, el perrito, movió su cola como si estuviese de acuerdo.

Sin embargo, justo en ese momento, escucharon un llanto. Era Javier, un niño nuevo en la escuela, que se había mudado recientemente. Sus amigos se acercaron a él y preguntaron:

"¿Qué te pasa, Javier?"

"No quiero contarles... no quiero practicar deportes con ellos... mis padres están separados y..."

"Eso está bien, Javier. Las familias pueden ser diferentes, pero eso no significa que no tengan amor. Ven, cuéntanos sobre tu familia."

Javier con cautela comenzó:

"Bueno, mi papá vive en otra ciudad y solo lo veo los fines de semana. A veces me siento triste porque no puedo jugar con él todo el tiempo..."

"Siempre que los queremos, ellos están en nuestros corazones, aunque no estén aquí ahora.¡Podemos hacer un mural con todos los tipos de familias!" propuso Sofía.

Los niños decidieron trabajar juntos en un mural que representara a cada familia en el grupo. Colocaron fotos, dibujos y palabras que mostraban la diversidad que había en Arcoíris. Sofía escribió:

"La diversidad hace nuestras vidas más lindas."

Al día siguiente, mientras los niños pintaban pero Nube decidió jugar con un pequeño charco, comenzó a saltar y mojar a todos. Sofía riendo dijo:

"¡Nube, qué travieso! Pero no importa, ¡así somos todos! ¡Ese es el espíritu!"

"Sí, ser diferente está bien, Nube. Va a ser divertido" rió Lucas.

Poco a poco, Javier se unió a la diversión y rió junto con sus nuevos amigos. Así descubrieron que la paciencia y el amor eran las claves para hacer de Arcoíris un lugar especial.

El mural se completó y los padres de los niños fueron a verlo al día siguiente. La madre de Sofía, mirando todos los dibujos, exclamó:

"¡Este es uno de los murales más hermosos que he visto! Cada uno tiene un color y una historia especial. Es importante recordar que, al final, todas las familias están llenas de amor."

Desde ese día, Javier nunca volvió a sentir que su familia era diferente. Hacer parte del mural y compartir esa experiencia lo llenó de alegría. A veces, cada uno enfrentaba situaciones complicadas, pero siempre había un apoyo en su grupo de amigos.

Una semana después, Sofía le preguntó a Javier:

"¿Cómo te sientes?"

"Me siento feliz, porque ahora entiendo que aunque todos somos diferentes, todos tenemos amor para dar."

Y así, en la pequeña ciudad de Arcoíris, los niños aprendieron que la diversidad se celebraba y que cada familia, con sus particularidades, valía la pena ser parte de un gran mural de colores.

Con el tiempo, Sofía, Javier, Lucas, Valentina y todos sus amigos se convirtieron en defensores de la diversidad, enseñando a otros sobre la importancia de aceptar y amar a las familias tal como son. Y en cada rincón de Arcoíris, el amor siempre brilló más fuerte que cualquier desafío.

FIN.

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