Los colores de mis emociones



Había una vez en la ciudad de Buenos Aires, un niño llamado Tomás que estaba por cumplir 3 años. A Tomás le encantaba jugar en el parque con sus amigos y siempre estaba lleno de energía y alegría.

Un día, mientras jugaba en el parque, algo inesperado sucedió. De repente, aparecieron cinco personajes muy peculiares: Alegría, Tristeza, Miedo, Enojo y Asco.

Cada uno de ellos tenía un color brillante que los identificaba: Alegría era amarilla, Tristeza azul, Miedo morado, Enojo rojo y Asco verde. "¡Hola Tomás! Somos las emociones que viven dentro de ti", dijo Alegría con entusiasmo. "¡Sí! Y estamos aquí para ayudarte a entender tus sentimientos", agregó Tristeza con ternura.

Tomás se quedó sorprendido al ver a estos personajes tan coloridos y simpáticos. Decidió escuchar lo que tenían para contarle. "¿Qué hacen ustedes adentro mío?" preguntó Tomás con curiosidad. "Nosotros representamos tus emociones.

Cuando te sientes feliz, es gracias a mí", dijo Alegría sonriendo. "Y cuando estás triste o asustado, ahí estoy yo", intervino Tristeza con calma. Los días pasaron y Tomás comenzó a comprender mejor sus emociones gracias a las enseñanzas de estos divertidos personajes.

Aprendió que no está mal sentirse triste o asustado a veces y que es importante expresar lo que siente. Un día, mientras jugaba en el parque nuevamente, Tomás se cayó y se lastimó la rodilla.

En ese momento apareció Enojo con su color rojo brillante. "¡Oh no! ¡Esto duele mucho!", exclamó Tomás entre lágrimas. "Tranquilo amigo, déjame ayudarte", dijo Enojo mientras abrazaba a Tomás con fuerza.

Poco a poco, la herida de Tomás comenzó a sanar gracias al apoyo de sus emociones. Comprendió que todas ellas eran importantes y formaban parte de quién era él.

Finalmente, llegó el cumpleaños número 3 de Tomás y decidió celebrarlo junto a sus amigos del parque y sus emociones internas. Todos juntos jugaron, rieron y compartieron momentos inolvidables. Desde ese día en adelante, cada vez que Tomás sintiera una emoción fuerte sabría cómo manejarla gracias a las enseñanzas de Alegría, Tristeza, Miedo, Egoismo, Asco.

Y así termina esta historia llena de colores y aprendizaje sobre las emociones para los más pequeños. ¡Que vivan felices por siempre!

FIN.

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