Los Colores del Arcoíris

En un mundo donde todo era gris, vivían seis colores: Rojo, Azul, Amarillo, Verde, Naranja y Violeta. Cada uno de ellos representaba una emoción diferente, pero hasta ese momento, no lo sabían. Rojo era la valentía, Azul la tranquilidad, Amarillo la alegría, Verde la esperanza, Naranja la creatividad, y Violeta la sabiduría.

Un día, Rojo, decidido a cambiar la monotonía de su mundo, dijo:

"¡No puedo más con este gris! ¡Necesitamos hacer algo!"

Amarillo, siempre optimista, contestó:

"¡Sí! Pero, ¿qué podemos hacer? Todos los días son lo mismo."

Naranja, que siempre traía ideas nuevas, propuso:

"¿Y si organizamos un festival? Cada uno debe compartir su emoción."

Los colores se miraron entusiasmados. Pero no todos estaban convencidos. Azul frunció el ceño:

"¿Y si no les gusta a los demás? No quiero que nadie se sienta triste."

Violeta, con voz calmada, dijo:

"Lo importante es ser nosotros mismos. No hay emoción mala si es compartida."

Así, comenzaron los preparativos. Cada uno eligió un rincón para expresar su emoción. Rojo pintó su sector con tonos vibrantes y llenos de energía, mientras que Azul optó por un espacio azul profundo y sereno. Amarillo, irradiando luz, decoró su área con flores amarillas brillantes, y así sucesivamente.

El gran día llegó y los colores invitaron a todos los habitantes grises del mundo a unirse a su festival. Al principio, la gente se mostró renuente, dudando de que un simple festival pudiera cambiar algo en su realidad tan gris.

Pero cuando los habitantes llegaron y comenzaron a ver y sentir las emociones de los colores, algo mágico empezó a suceder. La alegría de Amarillo hizo que algunos empezaran a sonreír, y la tranquilidad de Azul calmó los corazones agitados de quienes estaban al borde de la tristeza.

Sin embargo, a medida que avanzaba el día, el gris comenzó a hacer estragos nuevamente. Todo parecía desmoronarse y los colores estaban preocupados.

"Lenovo, no podemos dejar que esto pase. ¡Estamos tan cerca de hacer algo grande!" exclamó Naranja con desesperación.

"¿Y si solo volvemos a nuestro mundo gris?" se preguntó Verde, sintiéndose abatido.

En ese momento, Violeta recordó una leyenda que había escuchado: "Juntos, los colores pueden crear algo más grande… un arcoíris".

"¡Eso es!" gritó Violeta.

"Si unimos nuestras emociones, podemos traer color y esperanza a nuestro mundo gris."

Así, cada color se tomó de las manos, y comenzaron a girar juntos. Rojo trajo valor, Azul serenidad, Amarillo alegría, Verde esperanza, Naranja creatividad, y Violeta sabiduría. A medida que giraban, sus emociones comenzaron a mezclarse, creando luces suaves y vibrantes.

Los grises se acercaron, atraídos por el destello de colores. Al ver la unión de los colores, comenzaron a retratar sus emociones olvidadas. Lentamente, el mundo gris comenzó a transformar sus matices, llenándose de vida y color.

Al finalizar el día, un arcoíris apareció en el horizonte, hermoso y brillante, simbolizando la unión y diversidad de todos los habitantes. Los colores y los grises ahora entendían que juntos podían crear algo maravilloso y que cada emoción, cada color, era esencial para vivir en armonía.

"¡Mirá! ¡Hemos creado un arcoíris!" exclamó Amarillo, lleno de alegría.

"Esto es solo el comienzo", añadió Rojo. "Podemos seguir explorando y aprendiendo juntos todos los días."

Desde ese día, los colores y los grises vivieron en un mundo lleno de matices, donde cada emoción era celebrada. Y en cada tormenta, sólo tenían que recordar que, juntos, podrían crear algo hermoso: un arcoíris.

Y así, en el mundo de los colores, la unión y la diversidad florecieron, y la vida se llenó de hermosos matices que antes eran solo sueños.