Los Conejitos del Arcoíris
En un tranquilo pueblito rodeado de montañas, vivía una niña llamada Clara que adoraba el color rosa. Todos los días, Clara se vestía con su camiseta rosa preferida y salía al jardín a jugar con sus amigos, entre ellos unos pequeños conejitos que habían hecho su hogar en su patio.
Un día, mientras Clara jugaba, notó que los conejitos se comportaban de manera extraña. Saltaban de un lado a otro, pero no podían dejar de mirar hacia el cielo.
"¿Qué les pasa, amiguitos?"- les preguntó Clara con curiosidad.
"¡Está por llegar un arcoíris!"- respondió uno de los conejitos, que se llamaba Rocco.
"¿Un arcoíris? ¿Cómo saben?"- preguntó Clara.
"Lo sentimos en el aire, siempre aparece después de la lluvia. ¡A veces hasta podemos verlo desde la cima de la colina!"- dijo otra conejita, llamada Lila.
Clara, emocionada por ver el arcoíris, decidió subir a la colina. Pero antes de partir, recordó las historias que sus abuelos solían contarle sobre los colores del arcoíris y cómo cada uno representaba una virtud diferente.
"Voy a buscar a mis abuelos, ellos siempre saben qué hacer"- pensó Clara.
Fue corriendo hacia la casa de sus abuelos, que tenían un hermoso jardín lleno de flores de todos los colores.
"¡Abuelitos!"- gritó Clara al llegar.
"Hola, mi amor. ¿Qué te trae por aquí?"- respondió su abuela mientras le acariciaba el cabello.
"¡Los conejitos me dijeron que va a haber un arcoíris! Necesito que me cuenten sobre los colores y los significados"- comentó Clara con entusiasmo.
Los abuelos sonrieron y se sentaron en un banco del jardín.
"Claro, chiquita. El rojo simboliza el amor, el naranja la alegría, el amarillo la amistad, el verde la esperanza, el azul la serenidad, el índigo la sabiduría y el violeta la imaginación"- explicó su abuelo.
"¿Y qué color es el rosa?"- preguntó Clara.
"El rosa representa la ternura y la bondad. Es un color que une a los amigos"- dijo su abuela.
"Entonces, vamos a compartir los colores"- propuso Clara.
"Pero, ¿cómo?"- preguntó Lila, que había llegado sigilosamente a escuchar.
"Podemos hacer algo especial con los conejitos. Cada uno representa un color. Organizaremos una fiesta del arcoíris en honor a ellos para celebrar nuestra amistad"- dijo Clara.
Los abuelos aceptaron entusiasmados ayudar. Esa misma tarde, Clara, Rocco y Lila, junto a los abuelos, comenzaron a preparar la celebración.
"Vamos a pintar banderines con cada color del arcoíris y a preparar cosas ricas para comer"- sugirió Rocco.
"¡Y no olvidemos las flores!"- agregó Lila.
Con mucha dedicación, pintaron, cocinaron y decoraron el jardín. El día siguiente, estaban listos para recibir a todos los vecinos del pueblo. Los abuelos contaron historias sobre cada color y su significado, mientras los niños ayudaron a los conejitos a saltar y jugar en el jardín.
"Miren el arcoíris, ¡ya llegó!"- gritó Clara, señalando al cielo, que ahora mostraba un hermoso arco de colores después de la lluvia.
Todos se reunieron para mirar en asombro. Clara entendió que la verdadera amistad es como un arcoíris: llena de colores y significados, y que esos colores se vuelven más intensos cuando los compartimos con quienes amamos.
Desde ese día, Clara, sus abuelos, los conejitos y todos los vecinos se reunían a menudo para recordar el día del arcoíris y celebrar la amistad, siempre recordando los colores que lo hicieron posible.
Y así, en el pequeño pueblo, el rosa, el amor, la amistad y la alegría se unieron en una hermosa sinfonía de colores.
FIN.