Los Cuadrados Pelados de Floppa


Había una vez en un lejano país llamado Cuadradonia, dos cuadrados muy especiales que se llamaban Floppa.

Eran cuadrados perfectos, con lados iguales y ángulos rectos, pero tenían algo diferente a los demás: ¡eran pelados! Sí, así es, no tenían ni un solo pelito en sus cabezas cuadradas. Floppa vivían en una casita hecha de bloques de colores brillantes y pasaban sus días jugando entre las formas geométricas del jardín.

A pesar de ser diferentes a los demás cuadrados con sus cabezas peladas, ellos eran felices y se aceptaban tal como eran.

Un día, mientras paseaban por el parque de Cuadradonia, se encontraron con Triángela, una simpática triángulo equilátero que les dijo:"¡Hola Floppa! ¿Por qué son tan diferentes a los demás cuadrados?"Floppa se miraron entre sí y luego respondieron con una sonrisa:"Somos diferentes porque cada uno de nosotros es único y especial. Nuestras cabezas peladas nos hacen únicos en todo Cuadradonia.

"Triángela quedó impresionada por la sabiduría de Floppa y decidió invitarlos a participar en el Gran Concurso Geométrico que se celebraría al día siguiente en la Plaza Principal. Floppa aceptaron emocionados la invitación y se pusieron manos a la obra para prepararse.

El Gran Concurso Geométrico reunía a todas las formas geométricas del reino para competir en diversas pruebas de habilidad. Había círculos rodando velozmente, rectángulos saltando obstáculos y triángulos equiláteros demostrando su destreza.

Cuando llegó el turno de Floppa, todos los presentes contuvieron la respiración al ver a los dos cuadrados pelados acercarse al escenario.

Con paso firme y actitud segura, Floppa comenzaron a demostrar sus habilidades únicas: formaban figuras imposibles con sus cuerpos cuadrados e incluso lograron hacer reír a todos con divertidos chistes sobre geometría. Al finalizar su presentación, el público estalló en aplausos y ovaciones para Floppa.

Al terminar el concurso, Triángela se acercó a ellos visiblemente emocionada:"¡Han sido increíbles! Nunca antes había visto tanta creatividad y alegría en un par de cuadrados como ustedes. "Floppa sonrieron orgullosos y contestaron:"Gracias Triángela.

Nos dimos cuenta de que ser diferente no es malo, ¡es lo que nos hace especiales!"Desde ese día, Floppa siguieron siendo admirados por todos en Cuadradonia por su valentía para mostrar su singularidad sin miedo al qué dirán. Aprendieron que la verdadera belleza está en aceptarse tal como uno es y que las diferencias son lo que nos hace únicos e irrepetibles.

Y colorín colorado este cuento geométrico ha terminado.

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