Los deseos mágicos de la amistad


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Arcoíris, donde vivían muchos animales de diferentes especies. En ese lugar, todos los habitantes se llevaban muy bien y siempre se respetaban unos a otros.

Pero un día, algo extraño sucedió. En el bosque cercano a Villa Arcoíris había un árbol mágico que otorgaba deseos a quien lo encontrara.

Un grupo de tres amigos curiosos: Lucas el conejo, Martina la ardilla y Benito el búho, decidieron aventurarse en busca del árbol mágico para pedir sus deseos. Después de caminar durante horas por el espeso bosque, finalmente encontraron el árbol mágico con su brillante corteza dorada. Emocionados, cada uno decidió pedir un deseo especial.

Lucas fue el primero en hablar: "Deseo ser más rápido que cualquier otro animal del bosque". El árbol mágico concedió su deseo y Lucas comenzó a correr velozmente por todas partes.

Martina fue la siguiente: "Deseo poder saltar más alto que cualquier otro animal del bosque". El árbol mágico también le concedió su deseo y Martina comenzó a saltar tan alto como nunca antes lo había hecho.

Por último, Benito pidió su deseo: "Deseo tener las alas más grandes y fuertes para volar más alto que cualquier otro animal del bosque". Una vez más, el árbol mágico cumplió su deseo y Benito empezó a volar majestuosamente por los cielos. Pero mientras disfrutaban de sus nuevos talentos, algo inesperado sucedió.

Lucas, Martina y Benito comenzaron a sentirse superiores a los demás animales del bosque. Se burlaban de ellos y no les prestaban atención.

Un día, mientras Lucas corría por el bosque, se topó con Lila la liebre, quien siempre había sido amiga de él. Pero en lugar de saludarla como solían hacerlo, Lucas la ignoró y siguió corriendo sin siquiera detenerse a escucharla. Lila quedó muy triste y decidió buscar ayuda en Martina.

Cuando se encontraron, Lila le contó lo que había pasado con Lucas. Martina se dio cuenta de que ella también había estado tratando mal a sus amigos desde que obtuvo su nuevo talento para saltar más alto.

Decidieron buscar a Benito y contarle lo sucedido para intentar encontrar una solución juntos. Después de mucho buscarlo, finalmente dieron con él descansando en una rama alta del árbol mágico.

"Benito" , dijo Lila preocupada, "nosotros nos hemos vuelto arrogantes y hemos dejado de respetar a los demás animales del bosque desde que obtuvimos nuestros deseos". Benito reflexionó sobre las palabras de sus amigos y comprendió que también había estado actuando igual desde que pudo volar más alto.

Juntos decidieron regresar al árbol mágico para pedir otro deseo: "Deseamos volver a ser como éramos antes", dijeron al unísono. El árbol mágico concedió su deseo y rápidamente los tres amigos recuperaron su humildad y respeto hacia los demás habitantes del bosque.

Desde ese día, Lucas, Martina y Benito aprendieron la importancia de respetarse unos a otros sin importar sus habilidades o talentos. Comprendieron que cada uno tenía algo especial que ofrecer al mundo y que trabajando juntos podían lograr cosas maravillosas.

Y así, en Villa Arcoíris, todos los animales volvieron a vivir en armonía y se respetaron mutuamente por siempre jamás.

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