Los duendes que aparecen en mi colegio
Había una vez un colegio muy especial, donde sucedían acontecimientos extraordinarios. Un día, los niños y niñas del colegio comenzaron a escuchar risas traviesas y a ver pequeñas figuras correteando por los pasillos.
Al principio, todos se sorprendieron mucho, pero pronto descubrieron que los duendes habían decidido hacer del colegio su nuevo hogar. "¡Miren, allá van los duendes!" exclamó Pedro, señalando hacia un grupo de ágiles criaturas que reían y bailaban.
Los niños pronto se hicieron amigos de los duendes, quienes resultaron ser seres amigables y juguetones. Juntos, vivieron muchas aventuras, desde organizar divertidos concursos de baile hasta ayudar a los duendes a encontrar sus tesoros perdidos. Sin embargo, un día, los duendes empezaron a comportarse de manera extraña.
De pronto, dejaron de sonreír y de jugar, sumiéndose en una tristeza profunda. Los niños, preocupados, decidieron investigar. Descubrieron que los duendes estaban nostálgicos por extrañar su hogar en el bosque, así que los niños organizaron un plan para ayudarlos.
Con ingenio y esfuerzo, crearon un rincón especial en el colegio, lleno de plantas, flores y pequeños árboles, para que los duendes se sintieran como en casa.
Con gran emoción, los duendes vieron el bello rincón y, con lágrimas de felicidad en los ojos, abrazaron a los niños, agradecidos por su amistad y cariño.
A partir de ese día, el colegio se llenó de magia y alegría, y los duendes y los niños aprendieron que, a veces, el cariño y la amistad son capaces de crear hogares en cualquier lugar.
FIN.