Los errores son oportunidades
Había una vez un niño llamado Cristian que siempre había sido muy perfeccionista. Le gustaba hacer todo perfecto y nunca se permitía cometer errores. Siempre tenía miedo de equivocarse porque pensaba que eso significaba fracasar.
Un día, mientras jugaba con su hermanito, cometió un error y se enojó muchísimo consigo mismo. Su mamá lo notó y decidió hablar con él. "Cristian, ¿por qué te enojaste tanto por haber cometido un error?"- preguntó su mamá.
"Porque no quiero fallar"- respondió el niño. "Pero Cristian, todos los seres humanos cometemos errores. Es parte del aprendizaje"- le explicó su mamá. Cristian no entendía bien a qué se refería su mamá, pero decidió escucharla atentamente.
"Imagínate si cuando empezaste a caminar te hubieras rendido después de caerte las primeras veces. Nunca hubieras aprendido a caminar bien"- continuó la mamá de Cristian.
El niño comenzó a comprender lo que su madre quería decirle: para aprender algo nuevo, es necesario cometer errores en el camino. A partir de ese día, Cristian comenzó a ver los errores como oportunidades para aprender algo nuevo.
Ya no se enojaba consigo mismo cuando se equivocaba sino que buscaba la manera de solucionarlo y mejorar para la próxima vez. Un día, durante una competencia escolar de matemáticas, Cristian tuvo problemas para resolver una ecuación difícil y estaba a punto de rendirse cuando recordó lo que su madre le había dicho sobre los errores.
En lugar de darse por vencido, siguió intentando y finalmente logró resolver la ecuación. Cristian se dio cuenta de que los errores no eran algo malo sino una manera de crecer y mejorar.
Desde ese día en adelante, nunca volvió a tener miedo de cometer errores y siempre buscó aprender de ellos para ser mejor cada día. Y así, Cristian aprendió que el aprendizaje viene exclusivamente de los errores y que éstos son parte del camino hacia el éxito.
FIN.