Los Exploradores del Conocimiento



Era un soleado día en el Colegio San Martín y los niños del grado primero estaban muy emocionados. Hoy comenzaba su proyecto en el semillero de investigación. Su maestra, la Señorita Lucía, los había reunido para hablarles sobre el mundo de las plantas.

"¡Chicos!" - dijo la Señorita Lucía con una sonrisa. "Hoy nos vamos a convertir en verdaderos científicos y vamos a investigar cómo crecen las plantas. ¿Están listos?"

"¡Sí!" - gritaron todos al unísono, sus ojos brillando de emoción.

"Perfecto, entonces empecemos con la primera pregunta: ¿Qué necesitan las plantas para crecer?" - preguntó la maestra mientras los niños empezaban a pensar.

"¡Agua!" - exclamó Tomás, levantando la mano rápidamente.

"¡Y sol!" - agregó Sofía, con una expresión de alegría.

La maestra sonrió y escribió en la pizarra: Agua y Sol, mientras los niños aplaudían sus respuestas.

Después de discutir sobre el agua y la luz, decidieron hacer un experimento.

"¡Vamos a plantar semillas!" - sugirió Nicolás, muy emocionado. "Podemos ver cómo crecen."

"¡Sí! Pero necesitamos tierra y macetas, y... ¡un diario de crecimiento!" - dijo Renata, que siempre llevaba un cuaderno de dibujos. "Podemos dibujar y escribir lo que observamos cada día."

La Señorita Lucía los ayudó a conseguir tierra, semillas de girasol y pequeñas macetas. ¡Era una gran aventura! Cada uno de los niños eligió una semilla que iba a plantar.

"¿Quién quiere ser el responsable de las macetas?" - preguntó la maestra.

"¡Yo!" - respondió Sofía.

"Perfecto, Sofía se encargará de cuidar de las macetas."

Al siguiente día, todos estaban ansiosos por ver si las semillas habían empezado a crecer. Sin embargo, a medida que se acercaron a las macetas, notaron que no había señales de vida.

"¿Por qué no crece nada?" - se preguntó Nicolás, frunciendo el ceño.

"Tal vez no les dimos suficiente agua" - sugirió Renata, preocupada.

"Es verdad, yo les di un chorrito pero creo que debería haberles dado más" - dijo Tomás, con tristeza.

La Señorita Lucía se agachó para hablar con ellos.

"Chicos, a veces hay que ser pacientes. Las plantas necesitan tiempo. No se desanimen, pueden volver a examinar el proceso, cuidar de las plantas y seguir aprendiendo."

Pasaron un par de días y, finalmente, una pequeña plantita asomó su cabeza hacia el sol.

"¡Miren!" - gritó Sofía, saltando de alegría. "¡Nuestra planta!"

Todos aplaudieron y se abrazaron llenos de felicidad. Pero algo extraño sucedió. La planta comenzó a crecer... ¡de lado!"¿Por qué se inclina así?" - preguntó Nicolás, mirando con curiosidad.

La Señorita Lucía explicó:

"Eso sucede porque la planta busca el sol. Se llama fototropismo. Las plantas siempre se inclinan hacia la luz. ¡Qué interesante, ¿verdad? !"

Los niños decidieron investigar más sobre el tema. Se pusieron a buscar imágenes en libros y luego en la computadora de la sala de clases.

"¡Podríamos hacer un mural sobre cómo crecen las plantas!" - sugirió Renata. "Podemos dibujar sus partes y cómo responden a la luz, y contar lo que aprendimos."

Los demás aplaudieron con entusiasmo, y la clase se dividió en grupos para trabajar en el mural. Mientras pintaban y dibujaban, compartieron ideas y se ayudaron entre sí, aprendiendo el valor del trabajo en equipo.

Finalmente, al presentar su mural, se dieron cuenta de lo que habían logrado juntos. La Señorita Lucía miró a sus alumnos con orgullo.

"Ustedes han demostrado que con curiosidad y esfuerzo se pueden descubrir muchas cosas sobre el mundo que nos rodea. ¡Sigan explorando!"

Y así, ese pequeño grupo de científicos en grado primero aprendió que la ciencia puede ser muy divertida y que, a veces, para que algo crezca, hay que darle tiempo y cariño.

A partir de ese día, cada vez que veían una planta, sonreían y recordaban su aventura como "Los Exploradores del Conocimiento". Así comenzó su amor por la investigación, y se prometieron seguir indagando sobre el mundo, pues cada pregunta era el inicio de un nuevo descubrimiento.

"Nunca dejen de explorar..." - pensaron todos en voz baja, mientras se despedían de su clase, preparados para su próxima gran aventura.

FIN.

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