Los exploradores del reino mágico

Cervantes, Shakespeare y Realpe eran tres valientes niños exploradores que siempre estaban en busca de nuevas aventuras en el bosque.

Un día, mientras caminaban entre los árboles y las hojas crujían bajo sus pies, escucharon unos débiles llantos que provenían de un arbusto cercano. "¡Escuchen! ¿Ustedes también escucharon eso?", preguntó Cervantes con curiosidad. "Sí, parece que alguien está llorando", respondió Shakespeare con preocupación.

"Vamos a ver qué sucede", dijo Realpe decidido, liderando el camino hacia el lugar de donde provenían los sonidos. Los tres amigos se acercaron al arbusto y descubrieron a una pequeña hada llamada Tita atrapada entre las ramas. Tenía las alas rotas y parecía muy asustada.

"¡Oh no! ¿Estás bien, pequeña hada?", preguntó Cervantes con ternura. Tita miró a los niños con lágrimas en los ojos y les contó que había sido capturada por un malvado brujo que quería robarle su magia para sus planes oscuros.

Los niños se miraron entre ellos y sin dudarlo un segundo, decidieron ayudar a Tita a escapar de su prisión. Con ingenio y valentía, Cervantes, Shakespeare y Realpe idearon un plan para despistar al brujo y liberar a Tita.

Usaron ramas de árboles como espadas mágicas y lanzaron hechizos imaginarios para confundir al malvado villano. Finalmente, lograron cortar las ramas del arbusto que aprisionaba a Tita y la llevaron volando hasta un lugar seguro.

"¡Gracias por salvarme! Son verdaderos héroes", dijo Tita emocionada mientras secaba sus lágrimas. "No hay nada que agradecer, todos merecen ser libres y felices", respondió Shakespeare con una sonrisa amable.

Tita les concedió a los tres amigos exploradores un deseo como muestra de su gratitud. Cervantes pidió sabiduría para seguir aprendiendo cada día, Shakespeare pidió coraje para enfrentar cualquier desafío futuro y Realpe pidió amistad eterna entre ellos tres para seguir viviendo grandes aventuras juntos.

Desde ese día en adelante, Cervantes, Shakespeare, Realpe y Tita se convirtieron en inseparables compañeros de aventuras en el bosque. Aprendieron la importancia de la solidaridad, la valentía y la amistad sincera.

Y juntos siguieron explorando nuevos lugares llenos de magia y sorpresas, listos para enfrentar cualquier desafío que se les presentara en el camino.