Los Guardianes de Altos Limpios



Había una vez cinco adolescentes, tres chicos y dos chicas, que decidieron aventurarse en los Altos Limpios, un conjunto de médanos de arena muy blanca y suave en el norte de Lavalle.

Estaban emocionados por descubrir este lugar mágico del que tanto habían escuchado hablar. Al llegar a los Altos Limpios, quedaron maravillados por la belleza del paisaje. La arena brillaba bajo el sol y las dunas se extendían hasta donde alcanzaba la vista.

Mientras exploraban, se encontraron con una figura misteriosa: era el espíritu que protegía las dunas, una mujer vestida con una túnica blanca y cabello largo y canoso. Los adolescentes se acercaron con respeto hacia ella, intrigados por su presencia.

La mujer les miró con bondad y les habló con voz suave:"Bienvenidos a los Altos Limpios, jóvenes viajeros. Soy el espíritu guardián de estas dunas y estoy aquí para velar por su protección.

"Los adolescentes se presentaron y contaron a la mujer sobre su viaje y cómo habían llegado allí en busca de aventuras. "Es maravilloso verlos disfrutar de la belleza de este lugar", dijo la mujer. "Pero recuerden siempre respetar la naturaleza y cuidar de ella como yo lo hago.

"Los jóvenes asintieron con entendimiento, impresionados por las palabras sabias del espíritu guardián. Decidieron pasar más tiempo explorando los Altos Limpios mientras aprendían sobre la importancia de conservar el medio ambiente.

Conforme avanzaban entre las dunas, enfrentaron desafíos como fuertes vientos que intentaban desorientarlos o criaturas curiosas que habitaban en ese ecosistema único. Sin embargo, juntos lograron superar cada obstáculo trabajando en equipo y demostrando valentía y solidaridad.

La mujer seguía observándolos desde lejos, orgullosa de ver cómo los jóvenes demostraban ser dignos guardianes de aquel lugar especial. Al final del día, cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte anaranjado, los adolescentes regresaron hacia ella para despedirse.

"Gracias por enseñarnos tanto hoy", expresó uno de los chicos. La mujer sonrió dulcemente antes de responder: "El verdadero aprendizaje proviene no solo de lo que ven sus ojos sino también del corazón abierto a la magia que nos rodea.

"Con esas palabras resonando en sus mentes, los adolescentes emprendieron el camino de regreso a casa llevando consigo no solo recuerdos inolvidables sino también un compromiso renovado con el cuidado del medio ambiente y un profundo respeto por la naturaleza.

Y así terminó esta inolvidable jornada en los Altos Limpios donde cinco jóvenes descubrieron no solo la belleza del mundo natural sino también la importancia de protegerlo para las generaciones futuras.

FIN.

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