Los Guardianes de la Energía



Era una mañana brillante en el barrio de Villa Verde. Chris y Joss, dos amigos inseparables de 9 años, estaban jugando en el parque cuando de repente, Joss dijo:

"Chris, ¿sabías que el planeta está en peligro por el consumo excesivo de energía eléctrica?"

"¿En serio? No tenía idea. ¿Qué podemos hacer nosotros para ayudar?"

"Podríamos empezar a reducir el consumo de energía en casa. Es súper fácil y además, es divertido".

Intrigado por la idea, Chris dijo:

"Contame más, Joss".

"Bueno, por ejemplo, podemos recordar siempre apagar las luces cuando no las necesitamos. O andar en bicicleta en lugar de usar el auto de mamii".

Chris asintió, entusiasmado:

"Sí, ¡y también podemos pedirle a nuestros padres que usen bombillas LED! Son más eficientes y duraderas".

Con la decisión tomada, los chicos se armaron de valor y decidieron que ese mismo día hablarían con sus familias sobre cómo podían ser más responsables con la energía.

El primer paso fue la casa de Chris. Cuando llegaron, su mamá estaba cocinando.

"Mamá, ¿sabías que podemos ahorrar energía limpiando la casa mientras la luz del día entra?"

"¿Es cierto? ¿Y eso nos va a ayudar, chicos?"

"¡Sí! Aparte, se puede usar los electrodomésticos en horarios donde la energía es más barata".

La mamá de Chris sonrió, sorprendida de que sus hijos supieran tanto sobre eso.

"Voy a investigar más sobre el tema, gracias por su ayuda chicos".

Abrumados por el éxito, decidieron visitar la casa de Joss.

Al entrar, vieron a su papá viendo televisión.

"Papá, ¿sabías que al usar la televisión menos tiempo, estamos ayudando al planeta?"

"¿De verdad?" dijo el papá, intrigado.

"Sí, y también podemos ver películas en streaming en lugar de tener la tele todo el día prendida".

El papá de Joss, emocionado, les propuso un reto:

"Chicos, hagamos un juego. Cada vez que apaguemos un aparato que no usemos, podemos anotar puntos y el que más ahorre al final de la semana recibe una galletita de chocolate".

"¡Un juego! ¡Me encanta!" exclamó Chris.

Esa noche, ambos se fueron a casa contentos y decididos a cumplir con el reto. Los días pasaron y ambas familias comenzaron a hacer pequeños cambios. Chris y Joss anotaban cada vez que apagaban algo, e incluso empezaron a hablar con sus vecinos.

Un día, mientras regresaban del colegio, se dieron cuenta de que el parque tenía muchas luces encendidas, incluso a plena luz del día.

"¡Mirá esas luces! ¿Por qué estarán encendidas si aquí hay luz natural?"

"¡Eso es malgastar energía! Deberíamos decirle al encargado del parque".

Decididos a hacer algo, se acercaron al encargado y le plantearon la situación.

"Hola, señor. Nos fijamos que las luces del parque están encendidas durante el día. ¿No deberíamos apagarlas para ahorrar energía?"

El encargado, sorprendido por la madurez de los chicos, respondió:

"¡Claro que sí! No había pensado en eso. Gracias, chicos. Voy a arreglarlo enseguida".

Chris y Joss se sintieron como verdaderos héroes. A partir de ese momento, empezaron a ser conocidos en el barrio como "Los Guardianes de la Energía".

Su esfuerzo no sólo había hecho que sus familias cambiaran sus hábitos, también habían inspirado a otros a hacer lo mismo. Cada vez que veían a alguien apagando la luz o usando menos aparatos, Chris y Joss se daban una pequeña palmadita en la espalda.

Una tarde, después de varias semanas de trabajo duro, Chris se sentó un momento para pensar:

"Joss, ¿te imaginas si todos en el mundo hicieran lo mismo que nosotros?"

"¡Sería increíble!"

Y así, descubrieron que a veces, con pequeñas acciones se pueden lograr grandes cambios.

Desde ese día, no solo aprendieron la importancia de cuidar el planeta, sino que se dieron cuenta de que el trabajo en equipo y la perseverancia pueden hacer de este mundo un lugar más sostenible y divertido.

FIN.

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