Los guardianes de las emociones



Había una vez en un pequeño pueblo, seis monstruos de las emociones llamados Alegría, Tristeza, Miedo, Ira, Asco y Sorpresa. Estos monstruos vivían juntos en una cueva y cada uno representaba una emoción distinta.

Un día, los seis monstruos decidieron aventurarse fuera de la cueva para explorar el mundo humano. Caminaron por calles bulliciosas y coloridas, observando a las personas y sus diferentes expresiones emocionales. De repente, se encontraron con un niño llamado Lucas que parecía muy triste.

Alegría fue la primera en acercarse al niño y le preguntó:-¿Qué te pasa? Pareces muy triste. Lucas respondió con lágrimas en los ojos:-Estoy triste porque perdí a mi perro Max. No sé qué hacer sin él.

Tristeza se acercó entonces a Lucas y le dijo:-Entiendo cómo te sientes. A veces es bueno llorar cuando extrañamos a alguien o algo que amamos. Miedo intervino nervioso:-Pero no debemos quedarnos solo en la tristeza.

Debemos enfrentar nuestros miedos e intentar encontrar soluciones. Ira asintió con vehemencia:-Yo estoy de acuerdo con Miedo.

¡Hay que buscar a Max! ¡No podemos quedarnos aquí sin hacer nada! Sorpresa saltó de emoción:-¡Yo tengo una idea! Podemos pedir ayuda a los demás habitantes del pueblo para encontrar a Max. Asco hizo una mueca de desagrado pero luego aceptó la propuesta de Sorpresa:-Bueno, si eso ayudará a Lucas a sentirse mejor, estoy dispuesto a hacerlo.

Los seis monstruos se unieron en una misión para encontrar al perro Max. Recorrieron el pueblo preguntando a cada persona que encontraban si habían visto al perro. Pasaron horas buscando y la tristeza de Lucas comenzaba a desvanecerse.

Finalmente, cuando estaban a punto de darse por vencidos, un señor mayor les dijo que había visto a Max en un parque cercano. Los monstruos corrieron emocionados hacia el lugar y allí encontraron al perro jugando con otros niños.

Lucas abrazó emocionado a su perro y los seis monstruos sonrieron satisfechos con su trabajo. Alegría le dijo al niño:-Recuerda que siempre puedes contar con nosotros para ayudarte a manejar tus emociones. Desde ese día, los seis monstruos de las emociones se convirtieron en los amigos inseparables de Lucas.

Juntos aprendieron a reconocer y expresar sus sentimientos de una manera saludable.

Y así, cada vez que alguien necesitaba ayuda para manejar sus emociones, ahí estaban Alegría, Tristeza, Miedo, Ira, Asco y Sorpresa listos para brindar su apoyo y enseñarle al mundo humano lo importante que es entender nuestras emociones y cómo pueden influir en nuestras vidas.

FIN.

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