Los Guardianes de los Sueños
En un mundo que había perdido su rumbo, donde los miedos de la humanidad se habían vuelto tangibles, un pequeño grupo de amigos decidieron enfrentar sus temores y convertirse en los salvadores de su comunidad. Era un día gris cuando Lucas, una valiente niña de diez años con una imaginación desbordante, reunió a sus tres mejores amigos: Mia, una chica con un corazón gigante y un talento especial para contar historias; Tomás, un inventor curioso; y Leo, un chico sereno que siempre encontraba paz en la naturaleza.
Un día, mientras exploraban una antigua biblioteca, encontraron un libro polvoriento titulado "Los Guardianes de los Sueños". Al abrirlo, se dieron cuenta de que contenía ilustraciones de seres extraños y leyendas de un mundo donde los miedos se materializaban.
"¿Qué es esto?" - preguntó Lucas, fascinada.
"Parece que los demonios que han aparecido son producto del miedo de las personas. Si corren de ellos, se transforman en bestias oscuras" - respondió Tomás, leyendo en voz alta.
"Entonces, tenemos que ayudar a la gente a enfrentar sus demonios" - dijo Mia, determinada.
Así, decidieron convertirse en los Guardianes de los Sueños, un equipo dedicado a ayudar a todos a lidiar con sus miedos.
Comenzaron en su barrio, donde se enteraron de que una anciana llamada Doña Rosa siempre temía a la oscuridad. Un día, la encontraron mirando por la ventana, asustada por las sombras que se proyectaban al atardecer.
"Doña Rosa, ven con nosotros. Te vamos a mostrar que la oscuridad puede ser hermosa" - dijo Lucas, sonriendo.
La abuela aceptó, y juntos salieron a un pequeño parque donde necesitaban construir su primer "refugio de sueños". Con cartones, luces de colores y muchas risas, comenzaron a crear un lugar donde los miedos se apagarían.
"La oscuridad es sólo la parte de la vida donde las estrellas brillan más fuerte" - mencionó Leo mientras colocaba las luces.
Con cada refugio que construían, la gente comenzaba a enfrentar sus miedos. Sin embargo, no todo era fácil: los demonios querían que la humanidad siguiera asustada y se enfurecieron al ver que Lucas y sus amigos estaban logrando lo contrario.
Una noche, mientras estaban cerca del lago, una oscura sombra se apareció ante ellos. Era un demonio gigante, burbujeante de ira, que gritó:
"¡No pueden detener el miedo! ¡Es lo que alimenta nuestro poder!"
Los niños temblaron un poco, pero Lucas recordó las palabras de su abuela: "La valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él". Entonces, sin dudar, dio un paso al frente.
"¡Esto no es un juego! Podemos abrazar nuestros miedos y transformarlos en luz. Ustedes también pueden, si deciden dejar de lado la ira".
El demonio se quedó parado, confundido por la valentía de la niña.
"¿Transformarlos en luz? ¿Es eso posible?" - preguntó el demonio, titubeando.
"Sí, todos tenemos luz dentro, sólo hay que aprender a dejarla brillar. Todos merecen ser felices, incluso ustedes" - respondió Mia, dando un paso al frente.
"¡Volveremos a ser los Guardianes de nuestros sueños!" - gritó Tomás, levantando su invento, una linterna hecha de colores.
Con el poder de sus palabras y la luz que emanaba de su linterna, crearon un arcoíris que iluminó la oscuridad. Los demonios comenzaron a desvanecerse en destellos de luz, y en vez de convertirse en bestias, optaron por unirse a ellos como amigos.
"Nos hemos dejado guiar por el miedo tanto tiempo, necesitamos aprender de ustedes” - admitió el gran demonio.
- “Nosotros también queremos ser neohumanos como ustedes.”
La amistad entre los niños y los antiguos demonios floreció. Así, iluminados por su bondad y valentía, se convirtieron en los nuevos Guardianes de los Sueños, protegiendo a todos de los miedos y compartiendo la magia de enfrentar y abrazar en lugar de huir.
No sólo salvaron su comunidad, sino que enseñaron a todos que el verdadero poder viene de dentro, y juntos podían transformar cualquier sombra en luz.
Desde ese día, los Guardianes de los Sueños recorrieron el mundo, mostrando que la valentía, la amistad y el amor son las armas más poderosas que existen.
FIN.