Los Guardianes del Bosque



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, dos amigos llamados Mérida y Pinocho Lucas. Eran inseparables y siempre buscaban aventuras para vivir juntos.

Un día, decidieron salir hacia el bosque sin permiso de sus padres, emocionados por la idea de explorar nuevos lugares. Mientras caminaban entre los árboles altos y frondosos, escucharon un ruido extraño proveniente de lo profundo del bosque.

Curiosos como siempre, se adentraron aún más hasta encontrarse con una criatura diminuta pero llena de energía: era la Haba Mek, la protectora del bosque. La Haba Mek tenía ojos brillantes y unas alas coloridas que parecían hechas de pétalos de flores.

Se acercó a Mérida y Pinocho Lucas con una sonrisa amigable en su rostro. "¡Hola chicos! ¿Qué hacen por aquí sin permiso?", preguntó la Haba Mek curiosa. Ambos amigos se sintieron avergonzados al ser descubiertos. Mérida miró a Pinocho Lucas con preocupación antes de responder:"Lo siento mucho, Haba Mek.

Solo queríamos explorar el bosque y no pensamos en pedir permiso.

"La Haba Mek asintió comprensiva antes de explicarles algo importante:"Entiendo que quieran descubrir cosas nuevas, pero es fundamental respetar las reglas establecidas para mantener el equilibrio en el bosque. Además, hay peligros ocultos que podrían lastimarlos si no tienen cuidado. "Mérida y Pinocho Lucas se sintieron arrepentidos y prometieron ser más responsables en el futuro. La Haba Mek sonrió satisfecha y decidió enseñarles una lección valiosa.

"Chicos, ¿ven esas flores mágicas allá a lo lejos?", señaló la Haba Mek mientras volaba hacia ellas.

Mérida y Pinocho Lucas se acercaron con curiosidad y vieron que las flores cambiaban de color según el estado de ánimo de las personas que estaban cerca. La Haba Mek les explicó:"Estas flores son especiales porque reflejan nuestras emociones. Si estamos felices, brillan con colores vivos; si estamos tristes, se marchitan un poco.

"Los amigos quedaron maravillados por la belleza de las flores y comenzaron a experimentar diferentes emociones para ver cómo respondían.

Mérida bailó alrededor de las flores, llenándolas de alegría y colores vibrantes; mientras tanto, Pinocho Lucas pensó en cosas tristes, haciendo que algunas flores perdieran su brillo. La Haba Mek los observaba atentamente y finalmente les dijo:"Chicos, estas flores nos enseñan algo muy importante: nuestras acciones afectan el mundo a nuestro alrededor.

Si somos amables, generosos y respetamos las reglas del bosque, podremos mantenerlo lleno de alegría y vida. "Mérida y Pinocho Lucas entendieron la lección perfectamente. Se disculparon nuevamente con la Haba Mek por su imprudencia e hicieron una promesa solemne: cuidarían del bosque como verdaderos protectores.

Desde ese día, Mérida y Pinocho Lucas se convirtieron en los guardianes del bosque. Aprendieron a respetar las reglas, a valorar la naturaleza y a ser conscientes de cómo sus acciones podían afectar su entorno.

Cada vez que alguien visitaba el bosque, los amigos les recordaban la importancia de cuidarlo y respetarlo. Y así, gracias a Mérida y Pinocho Lucas, el bosque prosperó más que nunca, lleno de colores brillantes y alegría constante.

Y colorín colorado, esta historia ha terminado, pero la lección de cuidar nuestro entorno siempre permanecerá en nuestros corazones.

FIN.

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