Los Guardianes del Bosque
Había una vez un dinosaurio llamado Alegadro que vivía en un hermoso bosque. Alegadro era muy amigable y siempre estaba buscando nuevas aventuras para divertirse. Un día, mientras exploraba el bosque, Alegadro encontró algo muy peculiar.
Era una botella de plástico tirada en el suelo. El dinosaurio se acercó a examinarla y se dio cuenta de que había muchas más botellas y otros objetos contaminantes esparcidos por todas partes.
Alegadro sabía que esto no estaba bien, así que decidió hacer algo al respecto. Se propuso enseñar a todos los animales del bosque sobre la importancia del reciclaje y cómo cuidar el medio ambiente.
El primer animal con el que Alegadro habló fue con su amigo Hombre de la Playa, un simpático cangrejo que vivía cerca del río. "¡Hola Hombre de la Playa! ¿Sabes lo importante que es reciclar? Podemos ayudar a mantener nuestro hogar limpio y proteger a todos los seres vivos", dijo entusiasmado Alegadro.
El Hombre de la Playa miró alrededor y vio todo el desorden causado por la basura: latas vacías, bolsas de plástico y restos de comida tirados por todas partes. "Tienes razón, Alegadro. Esto no está nada bien.
Vamos a necesitar ayuda para limpiar todo esto", respondió el Hombre de la Playa. Los dos amigos comenzaron a buscar más aliados en su misión para salvar el bosque.
Se encontraron con Conejito Saltarín, quien era muy ágil e inteligente; Tortuguita Veloz, quien podía llevar cosas pesadas en su caparazón; y Pajarito Sabelotodo, que conocía mucho sobre la naturaleza. Juntos, formaron un equipo llamado "Los Guardianes del Bosque" y comenzaron a educar a los demás animales sobre el reciclaje.
Organizaron charlas informativas, talleres de manualidades con materiales reciclados y hasta hicieron una obra de teatro para concientizar sobre la importancia de cuidar el medio ambiente. Pronto, todos los animales del bosque se unieron a la causa.
Empezaron a recolectar la basura y separarla adecuadamente para su reciclaje. El bosque se fue transformando poco a poco en un lugar limpio y hermoso nuevamente.
Un día, mientras Alegadro estaba supervisando una nueva área de reciclaje que habían creado, vio algo brillante entre los árboles. Se acercó cautelosamente y descubrió que era una medalla dorada con su nombre grabado en ella. "¡Wow! ¿Qué es esto?", exclamó sorprendido Alegadro. Sus amigos aparecieron detrás de él con sonrisas radiantes.
Habían preparado una sorpresa para Alegadro como muestra de gratitud por todo su esfuerzo. "Alegadro, tú eres nuestro héroe del reciclaje. Gracias a ti, nuestro hogar está más limpio y seguro", dijo Conejito Saltarín emocionado.
Todos los animales aplaudieron entusiasmados mientras Alegadro lucía orgulloso su medalla dorada alrededor del cuello. Desde ese día en adelante, Alegadro y los Guardianes del Bosque continuaron promoviendo el reciclaje y cuidando del medio ambiente.
Su historia se difundió por todo el mundo, inspirando a otros a hacer lo mismo. Y así, gracias al esfuerzo de un pequeño dinosaurio y sus amigos, el bosque volvió a ser un lugar lleno de vida y alegría para todos los animales que lo habitaban.
FIN.