Los Guardianes del Bosque Encantado
En un lugar muy lejano, entre montañas y ríos brillantes, había un bosque encantado lleno de vida y misterios. Este bosque estaba habitado por criaturas mágicas y plantas que parloteaban entre sí. Pero lo más sorprendente de todo era que había tres valientes guardians que cuidaban de la naturaleza: Lila, una pequeña hada con alas de mariposa; Bicho, un astuto ratón que podía hablar con los animales, y Tano, un fuerte y valiente ciervo con astas brillantes.
Un día, mientras Lila volaba entre las flores, notó que las plantas estaban marchitándose. Preocupada, se acercó a sus amigos.
"¡Bicho, Tano! ¡Algo está sucediendo en el bosque! Las flores están tristes y secas".
"¡Oh, no! ¿Qué será?" dijo Bicho, acurrucándose en un rincón.
"Vamos a investigar, no podemos dejar que nuestro hogar sufra" dijo Tano, elevando su cabeza hacia el cielo.
Los tres amigos se pusieron en marcha y, tras deambulaciones, descubrieron un oscuro claro que antes era un lugar lleno de vida. Ahora, estaba cubierto de basura. Los animales se escondían y las risas del bosque se apagaban.
"Esto no puede seguir así, tenemos que hacer algo" dijo Lila, girando en el aire.
"Es un desastre, pero ¿qué podemos hacer nosotros?" se preocupó Bicho.
"¡Con esfuerzo y determinación, podemos limpiar nuestro hogar!" proclamó Tano.
Así fue como los Guardianes del Bosque empezaron a trabajar. Juntaron ramas, recolectaron basura y pidieron ayuda a todos los animales. Uno a uno, se sumaron a la causa. La tortuga, los pájaros, e incluso el viejo búho del árbol más alto se unieron a la limpieza. A medida que trabajaban, todos comenzaron a cantar.
"Mientras cuidemos juntos, el bosque brillará otra vez" cantaban todos a coro.
Sin embargo, después de algunas horas de esfuerzo, Lila observó a lo lejos a un grupo de humanos que venían hacia el bosque.
"No puedo creerlo, están trayendo más basura..." exclamó angustiada.
"Debemos hablar con ellos" dijo Bicho, con su voz suave pero firme.
"Los humanos no siempre entienden. Hay que hacer algo" insistió Tano, preocupado.
Entonces, decidieron crear un espectáculo. Lila se iluminó con sus alas, Bicho desplegó su ingenio creando señales, y Tano con su porte majestuoso se puso en la entrada del bosque. Justo cuando los humanos llegaron, Lila puso en marcha su plan.
"¡Hola, amigos! Bienvenidos al bosque encantado. ¿Sabían que nuestro hogar está sufriendo?"
Los humanos se detuvieron, sorprendidos.
"¿Un hada hablando? Esto es increíble" dijo una niña con ojos brillantes.
Los guardianes les mostraron lo hermoso que era su bosque y cómo las acciones humanas podían lastimarlo.
"Cada vez que tiran basura, nuestro hogar se siente triste" explicó Bicho.
"Pero si ustedes nos ayudan a cuidar este lugar, juntos podemos vivir en armonía" agregó Tano, con su corazón lleno de esperanza.
Los humanos, tocados por la magia del bosque y la sinceridad de los guardianes, prometieron cuidar el ambiente y llevarse toda la basura que habían traído. Se unieron a los animales y comenzaron a limpiar juntos.
Después de un largo día de trabajo, el bosque volvió a brillar. Las flores sonrientes, los animales felices y los humanos agradecidos, comprendieron la importancia de cuidar de la naturaleza.
"Gracias, amigos. Prometemos ser los protectores del bosque también" dijeron los humanos.
"¡Ahora somos un gran equipo!" exclamó Lila, volando en círculos.
Desde ese día, los humanos y los guardianes se unieron en una hermosa alianza para cuidar del bosque y enseñar a otros sobre la importancia de la naturaleza. Y así, el bosque encantado nunca volvió a estar triste, porque ahora todos estaban comprometidos a protegerlo y cuidarlo.
La historia de los Guardianes y sus nuevos amigos se contó por toda la región, y la magia del bosque siguió inspirando a otros a ser protectores de la naturaleza.
FIN.