Los Guardianes del Bzzz



En un frondoso bosque de verdes y coloridos árboles, existía una máquina mágica que emitía un suave sonido como un —"bzzz" . Esta máquina tenía el poder de sanar a todos los animales heridos. Los guardianes de esta máquina eran un grupo de valientes y carismáticos animales superhéroes: Leo el león, Sofía la tortuga, Bruno el oso y Tico el colibrí.

Cierta mañana, mientras el sol brillaba entre las hojas, Leo reunió a sus amigos cerca de la máquina.

"Amigos, he oído rumores de que el malvado Zorro Sombra quiere destruir nuestra máquina sanadora" - explicó Leo con un tono serio.

"¡No podemos dejar que eso pase!" - exclamó Sofía, moviendo su cabeza con determinación.

"Sí, debemos proteger a los animales, ¡y a nuestra máquina!" - agregó Bruno, golpeando suavemente su pata en el suelo.

"Además, yo soy el más rápido y puedo volar!" - vociferó Tico, desplegando sus alas.

Así, el equipo se preparó para la misión. Se organizaron en un plan en el que Leo y Bruno se encargarían de distraer al Zorro mientras Sofía y Tico protegerían la máquina.

Sin embargo, la tarea no sería sencilla. El Zorro Sombra era astuto y siempre tenía un truco bajo la manga. Mientras se dirigían hacia el claro donde yacía la máquina, Tico alzó el vuelo y avistó al Zorro escondido detrás de un árbol enorme.

"¡Cuidado!" - chilló Tico.

"¿Qué sucede?" - preguntó Sofía, algo alarmada.

"Está justo allí, ¡está planeando un ataque!" - indicó Tico con su pequeño pico en dirección al Zorro.

"Entonces, ¡nos dividimos!" - propuso Bruno.

"Yo me encargaré del Zorro y ustedes cuiden la máquina" - dijo Leo.

"Pero ¿y si necesita ayuda?" - se preocupó Sofía.

"Confía en mí, yo tengo un par de trucos que mostrarle al Zorro" - respondió Leo con una sonrisa confiada.

Todos se separaron y se prepararon para sus roles. Leo se acercó sigilosamente al Zorro.

"¿Qué estás planeando, Zorro Sombra?" - lo confrontó.

"¡Vine a deshacerme de esta máquina inútil!" - respondió el Zorro, mostrando sus afilados dientes.

Mientras tanto, Sofía y Tico permanecían al lado de la máquina.

"Tico, ¿ves algo raro?" - preguntó Sofía observando los alrededores.

"No, pero deberíamos estar atentos. ¡Nunca se sabe!" - contestó el colibrí, volando nerviosamente.

Mientras tanto, Leo comenzaba a distraer al Zorro con algunos movimientos.

"¡Mirá lo rápido que puedo correr!" - gritó Leo, dando vueltas alrededor de él.

"¡Pareces un tonto!" - se burló el Zorro, pero en su mente estaba pensando en cómo podría atraparlo.

"¡Tienes que saber que esta máquina es importante para todos, no solo para ti!" - le dijo Leo, mientras dodajeaba con agilidad.

De pronto, Zorro Sombra se lanzó hacia Leo, pero este se agachó justo a tiempo.

"¡No puedes destruir la esperanza de todos nosotros!" - gritó Leo.

Pero fue entonces cuando Sofía tuvo una idea.

"¡Tico, usa tu velocidad y vuela alto! ¡Desde allí podrás ver cualquier movimiento sospechoso!" - propuso Sofía.

"¡Buena idea!" - exclamó Tico, levantando vuelo hacia lo alto.

Desde las alturas, Tico podía observar toda la situación.

"¡Sofía, creo que está tratando de emboscar a Leo desde atrás!" - avisó Tico con rapidez.

"¡Director Tico a la rescate!" - gritó Sofía.

En un movimiento enérgico, Sofía se interpuso entre el Zorro y Leo justo cuando el Zorro estaba a punto de atacar.

"¡Alto!" - exclamó Sofía con valor.

El Zorro se detuvo en seco, sorprendido.

"¿Qué crees que estás haciendo, tortuguita?" - se rió el Zorro.

"Defendiendo la máquina y a mi amigo. ¡No pasarás!" - dijo Sofía, levantando su cabeza con una gran determinación.

Leo no podía creer lo que veía.

"¡Sofía, ten cuidado!" - gritó, mientras el Zorro se acercaba.

Pero antes de que el Zorro pudiera actuar, Tico descendió en picada, distrayéndolo con un rápido movimiento de alas.

"¡Bzzz! ¡Bzzz! ¡Defenderemos el bosque!" - gritó Tico, mientras hacía un movimiento que hizo que el Zorro se tambaleara.

Finalmente, con el Zorro confundido y perdido, Leo aprovechó la oportunidad.

"¡Ahora, Bruno!" - gritó.

"¡A la carga!" - resonó Bruno, corriendo hacia el Zorro y finalmente atrapándolo con su fuerte abrazo.

El Zorro, derrotado, se dio cuenta de que no podía enfrentarse a la amistad y valor de los animales.

"Está bien, está bien, me rindo. No entiendo por qué quieren proteger esa máquina tan ilógica" - dijo, abrumado.

"Porque todos la necesitamos. No se trata de poder, sino de ayudar a nuestros amigos cuando están heridos" - dijo Leo con su característico tono amigable, mientras liberaba a Zorro Sombra de la lucha.

El Zorro, sintiéndose un poco avergonzado, se dio cuenta de que podría cambiar.

"Quizás... Quizás pueda aprender a ayudar a otros en lugar de dañarlos. Tal vez podría unirme a ustedes alguna vez" - dijo el Zorro, mientras todos los animales le ofrecían una cálida sonrisa.

Desde ese día, Zorro Sombra se convirtió en un nuevo miembro del grupo. Aunque al principio le costaba, pronto entendió el valor de la unión. De esta manera, los animales aprendieron que la verdadera fuerza se encuentra en la colaboración y la amistad.

Y cada vez que sonaba en el bosque el suave —"bzzz"  de la máquina, todos sabían que estaban a salvo. Cada uno de ellos, juntos, eran los verdaderos superhéroes del bosque.

FIN.

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