Los guardianes del lago
Había una vez en la selva un grupo de loros muy especiales. Estos loros no solo tenían hermosos colores, sino que también podían hablar y entender a los humanos.
Vivían en un árbol gigante llamado "El Árbol de las Sabiduría". Los loros se llamaban Paco, Lola y Coco. Eran grandes amigos y siempre estaban juntos explorando la selva. Un día, mientras volaban por el bosque, escucharon unos gritos de ayuda.
"¡Ayuda! ¡Ayuda!"- gritaba una tortuga desde el río cercano. Sin dudarlo, los tres loros fueron rápidamente hacia donde provenían los gritos y vieron a la tortuga atrapada entre unas ramas flotantes. "No te preocupes, ¡vamos a salvarte!"- dijo Paco con valentía.
Con sus picotes afilados, Coco y Lola comenzaron a romper las ramas para liberar a la tortuga del peligroso enredo. Una vez libre, la tortuga les dio las gracias con mucho cariño.
"¡Muchas gracias por salvarme! Sois mis héroes"- dijo la tortuga emocionada. Agradecida por su amabilidad, la tortuga invitó a los loros a conocer su hogar cerca del lago. Los loros aceptaron encantados y volaron junto a ella hasta llegar al lugar.
Allí descubrieron que el lago estaba lleno de basura y suciedad que afectaba tanto a los animales como al agua que bebían. Los tres loritos se entristecieron mucho al ver tal desastre. Decididos a ayudar, crearon un plan.
Paco, Lola y Coco se comunicaron con los demás animales del lago para organizar una gran limpieza. Todos juntos trabajaron arduamente para recolectar la basura y dejar el lago limpio y hermoso nuevamente.
Una vez terminada la limpieza, los loros se dieron cuenta de lo importante que era cuidar el medio ambiente para mantener a salvo a todos los seres vivos. "Debemos recordar que nuestro hogar es la selva y tenemos que cuidarlo siempre"- dijo Lola con voz decidida.
Desde ese día, Paco, Lola y Coco se convirtieron en guardianes de la selva. Recorrieron cada rincón informando a los demás animales sobre cómo proteger su hogar. Incluso enseñaron a hablar a otros loros para que pudieran unirse a ellos en su misión.
La fama de estos tres amigos loritos llegó muy lejos y muchas personas de otras partes del mundo empezaron a visitarlos para aprender sobre el amor por la naturaleza.
Los loros nunca dejaron de volar por toda la selva llevando mensajes inspiradores y educativos. Su ejemplo motivó a muchos otros animales y personas a unirse en la protección del medio ambiente.
Así, gracias al valor y compromiso de Paco, Lola y Coco, lograron transformar su pequeño rincón del mundo en un lugar más hermoso donde todos podían vivir en armonía. Y así fue como estos tres amigos demostraron que cualquier persona o animal puede hacer grandes cosas si trabaja junto con amor y determinación.
FIN.