Los Guardianes del Mar



Había una vez en la costa argentina, en un pequeño pueblo llamado Playamar, una playa hermosa con aguas cristalinas y arena blanca.

Los niños del lugar solían jugar allí todos los días, construyendo castillos de arena, nadando en el mar y explorando las rocas en busca de tesoros escondidos. Un día, llegó a la playa un grupo de visitantes que no respetaban el entorno. Dejaron basura por todas partes, contaminando el mar y ensuciando la arena.

Los niños del pueblo se entristecieron al ver su querida playa convertida en un basurero. "¡Qué desastre! ¿Qué podemos hacer para limpiar nuestra playa?" -se preguntaba Martina, la niña más valiente del grupo.

"¡Vamos a pedir ayuda a Don Pepe, el pescador más sabio de todo Playamar! Seguro que él sabe qué hacer", sugirió Tomás, el niño más curioso. Los niños corrieron hacia la casa de Don Pepe y le contaron lo que había sucedido.

El anciano pescador escuchó atentamente y les dijo:"Mis queridos amigos, para salvar nuestra playa debemos trabajar juntos. Necesitamos reagarrar toda la basura y enseñar a los demás a cuidar este tesoro natural".

Los niños asintieron con determinación y se pusieron manos a la obra. Con bolsas de residuos en mano, recogieron cada trozo de basura que encontraron en la playa y en el mar. Pronto, otros habitantes del pueblo se unieron a ellos viendo su ejemplo.

Después de horas de arduo trabajo, la playa volvió a brillar como antes. Los niños se abrazaron felices al ver el resultado de su esfuerzo conjunto. "¡Lo logramos! ¡Nuestra playa está limpia otra vez!" -exclamó Martina emocionada.

En ese momento, algo mágico ocurrió: desde lo profundo del mar emergió una familia de delfines que comenzaron a saltar juguetonamente frente a ellos como si estuvieran celebrando también la limpieza de su hogar.

Los niños entendieron entonces que cuidar el medio ambiente era fundamental no solo para ellos mismos sino también para todas las criaturas marinas que habitaban en aquel lugar especial.

A partir de ese día, los habitantes de Playamar se comprometieron a mantener limpia su playa y educar a quienes la visitaban sobre la importancia de preservarla. Y así, gracias al esfuerzo y dedicación de unos cuantos valientes niños, aquella costa volvió a ser un lugar seguro y limpio donde todos podían disfrutar sin preocupaciones.

Y colorín colorado este cuento sobre una playa limpia ha terminado.

FIN.

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