Los guardianes del museo Reina Sofía



Había una vez una clase de primer grado de la Escuela Primaria "Los Pinturitas" que estaba muy emocionada porque iban a ir de excursión al famoso museo Reina Sofía.

Los niños estaban ansiosos por ver las famosas obras de arte y aprender más sobre los artistas. La maestra, la señorita Laura, les recordó a todos que debían comportarse bien y prestar mucha atención a las explicaciones del guía.

Los niños asintieron emocionados y se subieron al autobús rumbo al museo. Al llegar, fueron recibidos por el guía del museo, un hombre amable con barba blanca llamado Don Arturo. Comenzaron el recorrido por las salas llenas de cuadros coloridos y esculturas impresionantes.

"¡Miren chicos, esta es la famosa obra —"Guernica"  de Pablo Picasso!", exclamó Don Arturo mientras señalaba un cuadro enorme que ocupaba toda una pared. Los niños quedaron maravillados por la obra y comenzaron a hacer preguntas curiosas sobre ella.

Don Arturo les explicó la historia detrás del cuadro y cómo Picasso había querido plasmar el sufrimiento causado por la guerra. "¿Y por qué hay tantos colores oscuros en este cuadro?", preguntó Martín, un niño inquieto de anteojos.

"Eso es porque Picasso quería transmitir tristeza y dolor a través de los colores", respondió Don Arturo con paciencia. La clase siguió recorriendo el museo, admirando cada obra y aprendiendo nuevas cosas sobre arte.

De repente, mientras estaban en una sala llena de esculturas abstractas, se escuchó un ruido fuerte que provenía del fondo. Todos se pusieron nerviosos y la señorita Laura decidió acercarse para ver qué estaba pasando. Para sorpresa de todos, vieron a un grupo de ladrones intentando robar una escultura valiosa.

"¡Oh no! ¡Estamos en peligro!", gritó Camila, una niña muy valiente del grupo. Sin pensarlo dos veces, los niños decidieron actuar juntos para detener a los ladrones.

Con ingenio e imaginación, idearon un plan para distraerlos mientras uno de ellos corría a buscar ayuda. Gracias a su trabajo en equipo y valentía, lograron atrapar a los ladrones antes de que pudieran escapar con la escultura.

La policía llegó rápidamente al museo y felicitó a los pequeños héroes por su valentía. Después de ese emocionante episodio, la excursión continuó con normalidad. Los niños se despidieron del museo Reina Sofía con grandes sonrisas en sus rostros y corazones llenos de orgullo por lo que habían logrado juntos.

Al regresar a la escuela, la señorita Laura les dijo:"Hoy demostraron que cuando trabajamos en equipo y confiamos en nuestras habilidades podemos lograr cosas increíbles. Estoy muy orgullosa de ustedes".

Y así terminó un día inolvidable para la clase de primero de "Los Pinturitas", donde descubrieron no solo el mundo del arte, sino también el valor de la amistad y el trabajo en equipo.

FIN.

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