Los guardianes del parque



Filipa era una niña muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse. Le encantaba explorar el mundo que la rodeaba y aprender cosas nuevas cada día.

Asistía al Colegio Sagrada Familia Filipense, donde había conocido a sus mejores amigos, Mateo y Sofía. Un día, mientras caminaba por el parque con Mateo y Sofía, notó que había mucha basura en el suelo.

Latas de refresco vacías, envoltorios de caramelos y bolsas de plástico estaban esparcidos por todas partes. Filipa se sintió triste al ver cómo la naturaleza estaba siendo afectada por el consumismo descontrolado. "¡Chicos! ¡Tenemos que hacer algo al respecto!", exclamó Filipa con determinación. Mateo y Sofía miraron a su amiga con curiosidad.

Ellos también se habían dado cuenta del problema, pero no sabían qué podían hacer al respecto. "¿Qué propones, Filipa?", preguntó Mateo. Filipa pensó por un momento antes de tener una brillante idea.

"¡Vamos a organizar una campaña para limpiar el parque y concientizar a las personas sobre los problemas del consumismo excesivo!", propuso emocionada. Mateo y Sofía asintieron con entusiasmo. Juntos, planearon la campaña e invitaron a todos sus compañeros de colegio a unirse.

Prepararon carteles coloridos, guantes y bolsas de basura para la limpieza. El día de la campaña llegó y todos los niños se reunieron en el parque listos para trabajar juntos. Durante horas recogieron basura, separando los materiales reciclables del resto.

Al final del día, el parque lucía limpio y radiante gracias al esfuerzo conjunto de los niños. Pero Filipa sabía que aún quedaba mucho por hacer.

Quería seguir educando a las personas sobre la importancia de reducir el consumo innecesario y cuidar el medio ambiente. Decidió hablar con la directora del colegio para proponer un proyecto educativo sobre sostenibilidad ambiental.

La directora aceptó entusiasmada la propuesta de Filipa y juntos organizaron charlas informativas, talleres prácticos y actividades didácticas para concientizar a toda la comunidad escolar sobre este tema tan importante.

Con el tiempo, gracias al esfuerzo continuo de Filipa y sus amigos, el mensaje sobre la importancia de cuidar el planeta se extendió más allá del colegio Sagrada Familia Filipense. Otras escuelas se unieron a la causa e incluso los adultos comenzaron a cambiar sus hábitos de consumo.

Filipa estaba feliz de ver cómo su pequeña idea había crecido hasta convertirse en un movimiento poderoso que estaba cambiando el mundo para mejor. Aprendió que nunca es demasiado pequeño para marcar la diferencia y que juntos podemos lograr grandes cosas cuando trabajamos en equipo hacia un objetivo común: proteger nuestro hogar, la Tierra.

FIN.

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