Los Guardianes del Parque



Érase una vez en la ciudad de Parque Alegre, donde tres superhéroes se unían para protegiendo a sus amigos y vecinos. Eran: Lúmina, la heroína que podía controlar la luz; Acuático, el superhéroe que controlaba el agua; y Terramóvil, el protector de la tierra. Juntos formaban el equipo invencible: "Los Guardianes del Parque".

Un día, mientras disfrutaban de un picnic en el parque, Lúmina miró al cielo.

"Che, Acuático, ¿ves esas nubes oscuras? Me parece que se viene una tormenta".

Acuático frunció el ceño.

"Sí, y no solo eso, siento algo raro en el agua. Algo no está bien".

Terramóvil, rascándose la barbilla, comentó:

"Tal vez deberíamos investigar. No me gusta cómo se sienten las cosas hoy".

Los tres héroes decidieron volar hacia el lago del parque, donde Acuático podía sentir que las cosas estaban por cambiar. Al llegar, vieron que un grupo de pescadores estaba atrapado por un remolino de agua.

"¡Auxilio! ¡No podemos salir!" gritó uno de ellos, luchando contra la corriente.

Lúmina, con su luz brillante, iluminó la escena:

"¡No se preocupen! ¡Nosotros los vamos a ayudar!".

Acuático se lanzó al agua,

"Voy a calmar este remolino". Y, con un gesto de su mano, empezó a controlar el agua, disminuyendo la fuerza del torbellino.

Mientras tanto, Terramóvil empezó a crear un camino de tierra firme:

"¡Pronto podrán salir! ¡Sigan mi voz!".

Y Lúmina iluminó el camino para que todos pudieran verlo.

Uno a uno, los pescadores lograron salir, pero de repente, un gran trueno resonó y una sombra oscura apareció en el horizonte. Era el malvado sombrerero Marrón, que estaba a punto de lanzar un rayo de tormenta para destruir el parque.

"¡No lo permitiré!" gritó Lúmina, con la luz brillando más fuerte que nunca.

Acuático, con un gesto rápido, llamó a las gotas de agua que giraban alrededor de ellos:

"¡Terramóvil, crea un escudo de tierra!".

Terramóvil concentró toda su energía y levantó un gran muro de tierra justo a tiempo para proteger a sus amigos.

Pero el sombrerero Marrón no se detuvo. Rió de forma siniestra:

"¡Ustedes no pueden detenerme!". Lanzó su rayo con una fuerza increíble, pero esta vez, los tres héroes unieron sus poderes.

"¡Ahora!" exclamó Lúmina.

"¡Juntos!" gritó Acuático.

"¡Por el parque!" concluyó Terramóvil.

Crearon un enorme haz de energía que se enfrentó al rayo del sombrerero, y con un destello brillante, ¡boom! Hubo una explosión de luz y agua, pero de repente todo quedó en calma, y el sombrerero Marrón desapareció ahogado en su propia sombra.

Los habitantes de Parque Alegre salieron de sus casas aplaudiendo.

"¡Gracias, Guardianes del Parque!" gritaban llenos de alegría.

Lúmina, Acuático y Terramóvil se miraron con satisfacción. Habían logrado salvar su hogar una vez más.

Regresaron a su picnic, sonriendo y compartiendo historias de lo que había pasado.

"¡Esta fue la aventura más emocionante!" dijo Acuático.

"Claro, y la mejor parte es que siempre trabajamos juntos" añadió Lúmina.

"¡Sí! Siempre unidos, somos invencibles!" concluyó Terramóvil, levantando su sándwich como si fuera un trofeo.

Y así, entre risas y juegos, los Guardianes del Parque siguieron cuidando de su querido hogar, demostrando que la amistad y el trabajo en equipo pueden lograr lo imposible.

FIN.

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