Los guardianes del planeta



En la escuela primaria San Martín, ubicada en un pequeño pueblo, los niños de tercer grado estaban emocionados con su nuevo proyecto escolar: convertirse en guardianes del planeta. La maestra Laura les explicó que debían recoger la basura del colegio, separarla y buscar formas creativas de reciclarla.

- ¡Vamos a ser los mejores guardianes del planeta, chicos! -exclamó Juan, un niño muy entusiasta. Los niños asintieron emocionados y comenzaron a planificar cómo llevar a cabo su misión. Decidieron dividirse en equipos para abordar diferentes aspectos del reciclaje.

El equipo de Tomás y Ana se encargaría de recolectar la basura del patio y separarla en plástico, papel y cartón. Mientras tanto, Sofía y Mateo investigarían sobre formas creativas de reutilizar los materiales reciclados. Por otro lado, Valentina y Lucas se comprometieron a concienciar a sus compañeros sobre la importancia de cuidar el planeta.

A medida que avanzaba el proyecto, los niños se sorprendieron al descubrir cuánta basura se generaba en la escuela y cuántas cosas se podían hacer con los materiales reciclados. Transformaron botellas de plástico en maceteros, crearon manualidades con cartón y organizaron una charla para toda la escuela, donde explicaron la importancia de reciclar y cuidar el medio ambiente.

-¡Estamos haciendo un gran trabajo, chicos! -exclamó la maestra Laura, orgullosa de sus alumnos. El esfuerzo de los niños no pasó desapercibido, y pronto la comunidad se unió a su causa, convirtiendo la escuela en un ejemplo de sostenibilidad para el pueblo. Los niños se sentían felices al ver cómo su iniciativa había generado un impacto positivo en su entorno.

Al finalizar el proyecto, los niños celebraron con una fiesta en la que todos los materiales utilizados eran reciclados. Los padres, maestros y vecinos se unieron a la celebración, reconociendo el importante papel que los niños habían desempeñado como guardianes del planeta. Desde ese día, los niños siguieron cuidando el medio ambiente, recordando siempre que, con pequeñas acciones, podían marcar la diferencia en el mundo.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!