Los Guardianes del Planeta


Había una vez, en un pequeño pueblo llamado Villa Verde, dos hermanitos llamados Selene y Bauti. Eran muy curiosos y siempre estaban buscando nuevas aventuras para vivir.

Un día, mientras jugaban en el parque, vieron algo que les llamó mucho la atención. - ¡Mira Selene! - exclamó Bauti señalando hacia un cartel que decía "Cuidemos nuestro medio ambiente". - ¿Qué significa eso? - preguntó Selene con curiosidad.

Justo en ese momento, sus papás, Francisco y Belén, se acercaron a ellos. - Eso quiere decir que debemos cuidar y proteger todo lo que nos rodea: los árboles, las plantas, los animales y el aire que respiramos - explicó Francisco. Los niños quedaron sorprendidos por esa información.

Querían aprender más sobre cómo cuidar el medio ambiente. - Papá, mamá ¿nos pueden enseñar cómo hacerlo? - preguntó Bauti emocionado. Francisco y Belén sonrieron orgullosos de sus hijos y decidieron planear una gran actividad familiar para ayudar al medio ambiente.

Al día siguiente, se levantaron temprano y prepararon todo lo necesario para su aventura ecológica. Todos juntos caminaron hasta el lago del pueblo. Al llegar, vieron mucha basura esparcida por todas partes.

- Este lugar está muy sucio - dijo Selene preocupada-. ¿Podremos limpiarlo? - Claro que sí - respondió Francisco-. Pero necesitaremos trabajar en equipo. Cada uno tomará una bolsa de basura y reagarraremos todos los desechos que podamos encontrar.

Los niños estaban entusiasmados y comenzaron a reagarrar la basura junto con sus papás. En poco tiempo, el lugar empezó a verse mucho más limpio y bonito. - ¡Miren lo que hemos logrado! - exclamó Belén sonriendo-.

Gracias a nuestro esfuerzo, este lago está más limpio y los animales podrán vivir mejor aquí. De repente, escucharon un ruido extraño proveniente del agua. Se acercaron para ver qué sucedía y encontraron a un patito atrapado entre unas algas.

- ¡Pobrecito! Tenemos que ayudarlo - dijo Selene preocupada. Francisco rápidamente se metió al agua y rescató al patito. Todos aplaudieron emocionados por haber salvado una vida. Después de ese emocionante rescate, la familia decidió descansar en el parque cercano.

Pero antes de irse, Bauti tuvo una idea brillante:- ¿Qué tal si plantamos árboles en el parque? Así ayudaremos a purificar el aire y darle hogar a muchos animalitos. Todos estuvieron de acuerdo con la idea de Bauti.

Compraron algunas semillas de árboles nativos y las sembraron cuidadosamente en el parque. Regaron las semillas todos los días hasta que finalmente comenzaron a crecer pequeños arbolitos verdes. El pueblo entero quedó asombrado por la iniciativa de esta maravillosa familia.

Los vecinos comenzaron también a cuidar el medio ambiente siguiendo su ejemplo.

Selene, Bauti y sus papis se dieron cuenta de que no importaba cuán pequeños fueran, podían hacer una gran diferencia en el mundo si trabajaban juntos y cuidaban el medio ambiente. Desde ese día, Villa Verde se convirtió en un lugar mucho más limpio y hermoso gracias al esfuerzo de Selene, Bauti y sus papis.

Y así, todos vivieron felices sabiendo que estaban haciendo su parte para proteger nuestro querido planeta.

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