Los Guardianes del Portal



Era un día soleado en un pequeño pueblo, donde tres primos, Dnte, Kian y Jakhor, jugaban en el bosque cercano. No sabían que en ese bosque mágico, oculto entre los árboles, se encontraba un secreto que cambiaría sus vidas para siempre.

Mientras exploraban, Dnte, el más ágil de los primos, se detuvo frente a un árbol enorme. "Miren esto, chicos, parece que hay algo extraño aquí" - dijo, aproximándose a un brillante objeto dorado que sobresalía de la tierra.

Kian, que siempre había sentido una conexión especial con el agua, respondió: "Tal vez sea una reliquia antigua. ¿La tocamos?"

Jakhor, el caballero y protector, se mostró más cauteloso. "Espera, Dnte. Podría ser peligroso. No sabemos qué es." Pero la curiosidad pudo más, y Dnte extendió la mano.

Al tocar el objeto, una chispa de energía brotó, iluminando el bosque. En ese instante, cada primo sintió una corriente cálida recorrer su cuerpo. "¿Qué está pasando?" - gritó Kian, mientras chispas de agua comenzaron a aparecer en sus manos.

Dnte, al darse cuenta de que podía hacer fuego con sus manos, exclamó emocionado: "¡Miren, puedo controlar el fuego!"

Jakhor, sintiendo la tierra vibrar bajo sus pies, dijo: "Y yo puedo comandar la tierra. Esto es increíble."

Los tres se miraron con asombro y un poco de miedo. Todo era nuevo y desconcertante. "¡Necesitamos averiguar qué está pasando!" - sugirió Dnte.

Así, decidieron que cada uno usaría su poder para investigar el entorno. Dnte utilizó su fuego para iluminar el bosque, Kian hizo que pequeñas corrientes de agua brotaran para despejar caminos, y Jakhor movió la tierra para crear un sendero seguro.

Después de un rato explorando, llegaron a un claro donde encontraron un antiguo libro que brillaba. "¿Qué es esto?" - se preguntó Kian mientras lo abría. Las páginas mostraban dibujos de un portal que conectaba su mundo con uno mágico.

"¡Es un portal!" - dijo Dnte. "¡Podemos cruzarlo y descubrir qué hay del otro lado!"

"Pero, ¿y si hay peligros en ese otro mundo?" - cuestionó Jakhor, recordando su rol de protector.

"Tal vez necesitemos ser los guardianes de este portal" - sugirió Kian. "Podemos ayudar a las criaturas de ese lugar. Y también aprender de sus poderes."

Los primos comenzaron a practicar sus habilidades para asegurarse de que estaban listos para cualquier desafío. Dnte creó un pequeño fuego para asar malvaviscos, Kian hizo que el agua fluyera en formas distintas y Jakhor levantó pequeños montículos de tierra como si fueran trampolines.

Finalmente, decidieron abrir el portal. "¿Están listos?" - preguntó Dnte. "¡Por supuesto!" - gritaron Kian y Jakhor al unísono.

Concentrándose, unieron sus poderes. Una luz brillante se formó en el centro del claro, y de repente, un portal apareció frente a ellos, lleno de colores y sonidos mágicos.

"¡Vamos!" - dijo Kian emocionado. Al saltar, fueron transportados a un reino mágico, donde criaturas maravillosas y paisajes increíbles los estaban esperando.

Sin embargo, no todo era perfecto; pronto se dieron cuenta de que el reino estaba en peligro. Un malvado hechicero había robado la paz del lugar. "¡Tenés que ayudarnos, Guardianes!" - suplicó una pequeña hada cuando los vio.

Entendiendo la gravedad de la situación, los primos decidieron usar su ingenio y su valentía. Dnte enfrentó al hechicero con sus llamas mientras Kian llenaba el área con agua para distraerlo. Jakhor usó su fuerza para proteger a sus amigos de los ataques.

Después de una emocionante batalla, con trabajo en equipo, lograron derrotar al hechicero y devolver la paz al reino. "¡Lo hicimos!" - exclamó Jakhor mientras todos celebraban a su alrededor.

Los dioses del reino los bendijeron y les ofrecieron un regalo: la habilidad de regresar siempre que quisieran. "Ustedes son nuestros verdaderos guardianes" - dijo la hada, emocionada.

Regresaron a su mundo, sabiendo que tenían el poder de hacer el bien no solo en su vida, sino también en otras. "Siempre debemos usar nuestros poderes para ayudar a otros" - comentó Dnte, mientras caminaban juntos hacia casa. "¡Vamos a ser los mejores Guardianes!" - concluyó Kian.

Y así, con sus corazones llenos de nuevos sueños y aventuras por venir, los tres primos sabían que juntos podían lograr lo imposible.

Fin.

FIN.

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