Los hermanos del bosque



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina dos hermanitos llamados Juan y Martina. Vivían con su padre, quien trabajaba duro como carpintero, y su madrastra, que no los trataba muy bien.

Un día, la madrastra decidió llevar a Juan y Martina al bosque y abandonarlos allí porque ya no quería cuidarlos. Los niños, asustados pero valientes, se adentraron en el denso bosque sin saber qué hacer.

"No te preocupes Martina, encontraremos la manera de salir de esta situación", dijo Juan tratando de tranquilizar a su hermana. Después de caminar un rato, descubrieron una casa hecha completamente de dulces y golosinas. Tenían tanta hambre que no pudieron resistirse a probar un poco.

De repente, apareció una anciana amable llamada Rosa, quien resultó ser la dueña de la casa. Les ofreció comida y les explicó que vivía sola en el bosque porque había perdido a sus propios hijos hacía muchos años.

"Gracias por tu bondad, Rosa. ¿Nos podrías ayudar a encontrar el camino de regreso a nuestro hogar?", preguntó Martina con esperanza en sus ojos. Rosa aceptó ayudarlos y los guió de vuelta al pueblo.

Cuando llegaron allí, su padre estaba desesperado buscándolos y los abrazó con lágrimas en los ojos. La madrastra se sintió avergonzada por lo que había hecho y pidió perdón a Juan y Martina.

A partir de ese día, decidió cambiar su actitud hacia ellos y se convirtió en una buena madre para los niños. Juan y Martina aprendieron que siempre hay personas buenas dispuestas a ayudar cuando más las necesitas.

Y aunque pasaron por momentos difíciles, supieron mantenerse unidos como familia para superar cualquier adversidad que se les presentara en el futuro. Desde entonces, vivieron felices sabiendo que juntos podían enfrentar cualquier desafío que la vida les pusiera por delante.

Y cada vez que recordaban su aventura en el bosque con Rosa, lo hacían con gratitud por haber encontrado una nueva amiga llena de amor y generosidad.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!