Los hermanos sean unidos

En un pequeño pueblo argentino llamado Pueblo Feliz, vivían tres hermanos: Martín, Ana y Diego. Martín era el hermano mayor, siempre preocupado por cuidar a sus hermanos menores. Ana era la hermana intermedia, alegre y amante de los animales.

Diego era el menor, curioso y travieso. A pesar de sus diferencias, los tres hermanos se llevaban muy bien y siempre se apoyaban mutuamente. Un día, el pueblo sufrió una gran inundación que causó estragos en las casas y campos.

Muchas familias perdieron sus pertenencias y estaban desesperadas. Los hermanos, con la ayuda de otros vecinos, se unieron para ayudar a los más afectados.

Martín organizó brigadas de limpieza, Ana cuidaba a los animales heridos y Diego llevaba agua y comida a los necesitados. Juntos, lograron devolver la esperanza a su pueblo. La solidaridad y el trabajo en equipo de los hermanos inspiraron a los demás habitantes, quienes se unieron para reconstruir Pueblo Feliz.

Desde ese día, el lema del pueblo fue: 'Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera'.

Los hermanos aprendieron que cuando se unen, son capaces de superar cualquier obstáculo y que la verdadera fuerza está en la unión familiar y comunitaria.