Los hermosos venados y juguetones de la pradera



En una hermosa pradera vivían unos venados muy especiales. Eran hermosos, de grandes cuernos y siempre estaban muy juguetones. El líder de la manada, un venado sabio y amable llamado Don Cuerno, cuidaba de todos ellos con mucho cariño.

Un día, la pradera se vio amenazada por la sequía, y la comida empezaba a escasear. Los venados estaban preocupados, pero Don Cuerno les dijo: '- No se preocupen, amigos. Trabajando juntos encontraremos una solución'.

Entonces, organizaron un sistema para compartir la poca comida que quedaba y evitar que alguien se quedara sin alimento. Uno de los venados joven llamado Trotecito tuvo la idea de buscar un lugar con agua fresca.

'- Seguro que hay un lugar donde podamos saciar nuestra sed', dijo entusiasmado. Pero encontraron que el río que solía surtirles de agua se había secado por completo. Todos estaban desanimados, pero Trotecito no se rindió. 'Voy a buscar otro río, ¡y no descansaré hasta encontrarlo!', exclamó con determinación.

Pasaron varias jornadas, y finalmente, Trotecito encontró un manantial escondido en el bosque. ¡Los venados estaban emocionados! Con agua fresca y abundante, la pradera recuperó su verdor, y todos los animales de la zona pudieron saciar su sed.

La valentía y perseverancia de Trotecito enseñaron a todos la importancia de nunca rendirse y buscar soluciones, por más difíciles que parezcan. Don Cuerno y los demás venados, agradecidos, celebraron a Trotecito como un verdadero héroe.

Desde ese día, la pradera y sus habitantes vivieron en armonía, aprendiendo que juntos, pueden enfrentar cualquier desafío que se les presente.

FIN.

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