Los héroes de la selva


Había una vez, en el hermoso Oriente ecuatoriano, un buho sabio llamado Sabino. Vivía en lo alto de un árbol gigante y pasaba sus días observando la naturaleza y aprendiendo de ella.

Aunque era muy inteligente, siempre se sentía un poco triste porque no podía comunicarse con los demás animales de la selva. Un día, mientras volaba por el bosque, Sabino encontró a sus amigos el cocodrilo Carlitos, el tigrillo Tito y el mono Marcelo.

Estaban jugando cerca del río y parecían estar discutiendo sobre algo importante. Intrigado por su conversación, Sabino se acercó sigilosamente para escuchar mejor. Pero al hacerlo, accidentalmente rompió una rama que provocó que todos los animales lo notaran.

- ¡Sabino! ¿Qué haces aquí? - preguntó Carlitos sorprendido. - Lo siento chicos, no quería interrumpirlos. Solo estaba curioseando - respondió Sabino apenado.

Tito miró a Sabino con curiosidad y dijo: "Sabino, siempre te vemos volar por aquí pero nunca puedes hablar con nosotros como los humanos hacen entre sí". El mono Marcelo asintió y agregó: "Sí, sería genial poder entender lo que dicen los humanos". Sabino pensó durante unos segundos y luego tuvo una idea brillante.

"¡Ya sé cómo podemos lograrlo!", exclamó emocionado. "He descubierto un antiguo hechizo mágico que nos permitirá entender el idioma de los humanos". Los tres amigos estaban fascinados por la idea y decidieron seguir a Sabino hasta su hogar en el árbol gigante.

Allí, el buho sabio les explicó cómo funcionaba el hechizo y juntos comenzaron a prepararlo. Después de horas de concentración e invocaciones mágicas, los animales sintieron un cosquilleo en sus gargantas.

Miraron asombrados mientras sus voces se transformaban en palabras humanas. - ¡Lo logramos! - exclamó Carlitos emocionado. - Ahora podemos hablar como los humanos - dijo Tito sorprendido.

Marcelo saltó emocionado de rama en rama, gritando: "¡Somos los animales más inteligentes del mundo!"A partir de ese momento, los cuatro amigos comenzaron a explorar la selva con una nueva perspectiva. Hablaban con las plantas, preguntaban a los ríos sobre su origen y escuchaban atentamente las historias que contaban las montañas.

Pero no todo fue diversión y juegos. Un día, mientras caminaban por la selva, escucharon un grito desesperado proveniente del otro lado del río. Rápidamente corrieron hacia allí y encontraron a una familia humana atrapada en un pantano peligroso.

- ¡Ayuda! No podemos salir de aquí - gritó el padre angustiado. Sin dudarlo un segundo, Sabino voló hacia ellos y les explicó que estaban allí para ayudarlos.

Carlitos se sumergió en el agua para llevarlos al otro lado del río mientras Tito buscaba lianas para construir un puente improvisado. Gracias al trabajo en equipo de los cuatro amigos, la familia humana fue rescatada y llevada a un lugar seguro.

Estaban muy agradecidos y prometieron cuidar mejor la selva y a todos sus habitantes. Desde ese día, Sabino, Carlitos, Tito y Marcelo se convirtieron en héroes de la selva.

Ayudaron a los humanos cuando lo necesitaban, protegieron a los animales más débiles y enseñaron sobre el valor de la amistad y el respeto hacia la naturaleza. Y así, gracias al buho sabio Sabino, los animales del Oriente ecuatoriano aprendieron no solo a entender el idioma de los humanos sino también valiosas lecciones que les ayudaron a vivir en armonía con su entorno.

Juntos demostraron que todos somos diferentes pero igualmente importantes en este gran mundo que compartimos.

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