Los Héroes del Portal

Había una vez un grupo de chicos muy inteligentes y valientes, que se hacían llamar Los Encapuchados. Vivían en una realidad donde la corrupción era algo común y la justicia parecía no existir.

Un día, mientras investigaban el caso de un político corrupto, los Encapuchados descubrieron algo sorprendente: habían caído en una trampa y estaban atrapados en esa realidad corrupta para siempre. - ¡Tenemos que encontrar la manera de salir de aquí! -exclamó Ana, la líder del grupo.

- Pero también tenemos que hacer algo para arreglar esta realidad -dijo Juan, el más sabio del equipo. Así comenzó la aventura de los Encapuchados. Se enfrentaron a muchos peligros, pero también encontraron aliados inesperados.

Juntos lucharon contra la corrupción y ayudaron a las personas más necesitadas. Un día, mientras buscaban pistas sobre cómo salir de allí, conocieron a un anciano muy sabio llamado Alberto. Él les contó sobre un portal mágico que podía transportarlos a otra realidad.

- Pero para abrir ese portal deben demostrar que son capaces de resolver los problemas más grandes de esta realidad -les dijo Alberto con voz grave-.

Solo así podrán salir de aquí y llevar su experiencia a otras realidades similares. Los Encapuchados aceptaron el desafío sin dudarlo. Trabajaron duro para acabar con todas las formas de corrupción y mejorar las condiciones de vida de todos los habitantes del lugar. Finalmente llegó el momento decisivo.

Los Encapuchados se reunieron frente al portal mágico junto con Alberto. - Bien hecho chicos -dijo el anciano con una sonrisa-. Han demostrado que son verdaderos héroes. Ahora, abran el portal y salgan de aquí.

Los Encapuchados se tomaron de las manos y juntos abrieron el portal mágico. Una luz brillante los envolvió y luego desaparecieron. Cuando despertaron, se encontraban en otra realidad completamente diferente. La corrupción no era algo común allí, pero sí había otros problemas por resolver.

- ¡Vamos chicos! -exclamó Ana-. Tenemos mucho trabajo por hacer. Los Encapuchados sabían que su misión no había terminado aún.

Pero también sabían que estaban listos para enfrentar cualquier desafío gracias a todo lo que habían aprendido en esa realidad corrupta de la cual lograron salir gracias a su valentía y perseverancia.