Los Juegos Olímpicos



Había una vez cinco amigos muy aventureros: Benja, Martina, Cande, Vanina y Anshelina. Un día, decidieron emprender un emocionante viaje a París para asistir a los Juegos Olímpicos. Empacaron sus maletas con entusiasmo y partieron rumbo a la ciudad del amor y la moda.

Al llegar a París, quedaron maravillados con la belleza de la Torre Eiffel y la majestuosidad del Arco del Triunfo. Pero lo que más los emocionaba era la idea de presenciar las competencias olímpicas en vivo.

"¡Miren chicos, allí están los juegos olímpicos!" exclamó Benja señalando el estadio.

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Los amigos corrieron emocionados hacia el estadio, donde presenciaron competencias de atletismo, natación, gimnasia y muchos otros deportes. Quedaron impactados por el esfuerzo y la dedicación de los atletas, quienes los inspiraron a superarse en sus propias metas.

"¡Quiero ser como ellos cuando sea grande!" exclamó Anshelina con admiración.

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Después de varios días de emocionantes competencias, los amigos decidieron explorar París. Visitando el Louvre, Montmartre y navegando por el Sena, aprendieron sobre la historia, el arte y la cultura de la ciudad.

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Una tarde, mientras paseaban por el Jardín de Luxemburgo, se encontraron con un grupo de niños locales que jugaban al fútbol. Sin dudarlo, se unieron al juego y compartieron risas y emociones con los nuevos amigos. A pesar de las diferencias de idioma y cultura, descubrieron que el deporte tenía el poder de unir a las personas.

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Al final de su viaje, llevaban consigo no solo recuerdos inolvidables, sino también una gran lección de superación, amistad y diversidad. Regresaron a su hogar inspirados a practicar deportes, conocer otras culturas y siempre perseguir sus sueños con determinación.

FIN.

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