Los loritos valientes



Había una vez en la exuberante selva de Argentina, dos loros llamados Lisa y Ton. Estos loritos eran inseparables, siempre estaban juntos y se querían muchísimo.

Pero había un cazador malvado que tenía la intención de atraparlos y venderlos como mascotas exóticas. Un día, mientras Lisa y Ton jugaban en las ramas de los árboles, escucharon el sonido inconfundible del cazador acercándose. Alarmados, volaron rápidamente hacia su nido para pensar en un plan para escapar.

"Ton, tenemos que hacer algo antes de que el cazador nos encuentre", dijo Lisa con preocupación. "Tienes razón, Lisa. Si nos separan no podremos seguir disfrutando juntos de nuestras aventuras", respondió Ton con tristeza.

Decididos a evitar ser capturados por el cazador, Lisa y Ton recordaron sus talentos especiales. Lisa era una cantante increíblemente talentosa y Ton era un experto imitador de sonidos naturales. "Lisa, si usamos nuestros talentos podemos confundir al cazador y escapar", sugirió Ton emocionado.

"¡Eso es genial! Podemos usar mi canto para distraerlo mientras tú imitas otros pájaros para despistarle", exclamó Lisa entusiasmada. Con su plan trazado, los dos loritos salieron del nido decididos a enfrentarse al cazador.

Mientras volaban por encima del bosque, divisaron al hombre malvado caminando entre los árboles con una red en mano. "¡Ahí está!", susurró nervioso Ton. "No te preocupes, Ton. Recuerda nuestro plan", respondió Lisa con confianza.

Lisa comenzó a cantar una melodía tan hermosa que todos los animales de la selva se detuvieron para escuchar. El cazador, sorprendido por el canto de Lisa, dejó caer su red y miró hacia arriba. "¿Qué es ese maravilloso sonido?", preguntó el cazador asombrado.

Mientras tanto, Ton aprovechó la distracción del cazador para imitar los sonidos de otros pájaros y animales de la selva. El cazador estaba completamente desconcertado, no sabía de dónde venían todos esos sonidos diferentes.

Entre el canto encantador de Lisa y los diversos sonidos que emitía Ton, el cazador se perdió en un laberinto auditivo. Incapaz de localizar a los loritos, decidió abandonar su búsqueda frustrado.

Una vez que estuvieron seguros de que el cazador se había ido, Lisa y Ton volaron hacia su nido donde fueron recibidos con alegría por sus amigos del bosque. Todos ellos habían sido testigos del ingenioso escape e incluso les ofrecieron protección si alguna vez necesitaban ayuda nuevamente.

Desde aquel día, Lisa y Ton siguieron viviendo aventuras juntos en la selva argentina sin temor a ser separados por nadie malintencionado. Aprendieron que al trabajar juntos y utilizar sus talentos únicos podían superar cualquier obstáculo que se les presentara en la vida.

Y así, estos dos loritos demostraron al mundo lo poderosa que puede ser una amistad verdadera cuando nos apoyamos mutuamente y confiamos en nuestras habilidades.

FIN.

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