Los mapaches reparadores
Había una vez en el bosque de Palermo, dos mapaches llamados Ramón y Renata, quienes eran conocidos por ser los más traviesos y curiosos de todos los animales.
Un día, mientras jugaban cerca del lago, accidentalmente rompieron la rama de un árbol donde vivía un búho sabio llamado Ulises. Ulises salió volando furioso y les dijo: "¡Miren lo que han hecho! Han dañado mi hogar y puesto en peligro a mi familia.
Deben aprender a ser más cuidadosos y responsables con sus acciones". Los mapaches se sintieron mal por lo sucedido y prometieron arreglar el daño causado. "Lo siento mucho, Ulises. No fue nuestra intención lastimarte", dijo Renata con tristeza.
"Nos equivocamos, pero te prometemos que lo arreglaremos", agregó Ramón con determinación. El búho, viendo la sinceridad en los ojos de los mapaches, decidió darles una lección para que aprendieran la importancia de pensar antes de actuar. "Escuchen atentamente", comenzó Ulises en tono serio.
"Cada acción que realizamos tiene consecuencias, ya sea positivas o negativas. Es fundamental pensar antes de actuar para evitar problemas como este". Los mapaches asintieron comprendiendo las palabras del sabio búho.
Decidieron trabajar juntos para reparar la rama del árbol y construir un nuevo hogar para Ulises y su familia. Día tras día, los tres amigos colaboraron juntos: los mapaches recogían ramas y hojas secas, mientras que el búho daba indicaciones desde arriba sobre cómo reconstruir el nido.
A medida que trabajaban en equipo, Ramón y Renata aprendían sobre la importancia de la cooperación, la empatía y la responsabilidad.
Finalmente, después de mucho esfuerzo y trabajo duro, el nuevo nido estuvo listo gracias al esfuerzo conjunto de los tres amigos. Ulises estaba feliz con su nueva casa e inmensamente agradecido con los mapaches por haber demostrado madurez al rectificar su error. "Gracias por enseñarnos esta valiosa lección", expresó Renata con gratitud.
"Nunca olvidaremos lo importante que es pensar antes de actuar", añadió Ramón reflexivamente. Desde ese día en adelante, Ramón y Renata se convirtieron en ejemplo para todos los animales del bosque al mostrar cómo enfrentar problemas con madurez y resolver conflictos mediante el diálogo constructivo.
Y así, la amistad entre dos traviesos mapaches y un sabio búho floreció bajo el cálido sol del bosque de Palermo.
FIN.