Los Melodiosos y la melodía mágica



todos con la boca abierta. - ¡Wow! ¿De dónde viene esa música? - preguntó emocionada Sofía, una de las niñas del grupo. - No sé, pero suena hermoso. Vamos a investigar - dijo Juan, el más aventurero de todos.

Los niños y niñas siguieron el sonido y se adentraron en el jardín. Allí encontraron a un anciano sentado en una silla mecedora, tocando su guitarra con maestría.

- ¡Hola! ¿Eres tú quien está tocando esa melodía tan bonita? - preguntó Ana, otra niña curiosa del grupo. El anciano sonrió y asintió con la cabeza. Luego les invitó a sentarse alrededor de él para escuchar más música. - Me llamo Don Manuel y soy músico.

Me encanta tocar la guitarra y alegrar los corazones de las personas con mi música - se presentó el anciano. Los niños quedaron fascinados por sus palabras y empezaron a hacerle preguntas sobre la música y cómo aprender a tocar un instrumento.

Don Manuel les contó que había sido músico desde muy joven y que había viajado por todo el mundo compartiendo su talento.

Les habló sobre los diferentes tipos de instrumentos musicales e incluso les enseñó algunos acordes básicos en la guitarra. - La música es maravillosa porque nos permite expresar nuestras emociones y conectar con los demás - les explicaba Don Manuel mientras tocaba una dulce melodía en su guitarra.

Los niños se sintieron inspirados por las palabras del anciano músico. A partir de ese día, decidieron formar un grupo musical llamado "Los Melodiosos" y empezaron a practicar juntos. Cada tarde, se reunían en el jardín de Don Manuel para aprender más sobre la música.

Él les enseñaba nuevos acordes, ritmos y canciones. Los niños descubrieron que cada uno tenía un talento especial: Sofía era una excelente cantante, Juan tenía habilidad para tocar la batería, Ana era muy buena con la flauta y así sucesivamente.

Con mucho esfuerzo y dedicación, "Los Melodiosos" comenzaron a dar pequeños conciertos en el barrio. La gente quedaba impresionada por su talento y los aplaudía con entusiasmo.

Poco a poco, el grupo fue creciendo en popularidad y empezaron a recibir invitaciones para tocar en eventos importantes de la ciudad. Los niños se sentían orgullosos de lo que habían logrado gracias al amor por la música y a las enseñanzas de Don Manuel.

Pasaron los años y "Los Melodiosos" se convirtieron en una reconocida banda musical. Sin embargo, nunca olvidaron sus humildes comienzos ni al anciano músico que les había inspirado.

En honor a Don Manuel, decidieron crear una fundación musical para ayudar a otros niños interesados en aprender música pero que no tenían recursos suficientes. Con becas musicales e instrumentos donados, lograron cambiar muchas vidas y llevar alegría a través de la música. Y así termina nuestra historia queridos niños.

Nos enseña que siempre debemos seguir nuestros sueños, trabajar duro por ellos y nunca olvidar ayudar a quienes lo necesitan. Además nos muestra cómo podemos encontrar inspiración en lugares inesperados como un bonito jardín y un anciano músico llamado Don Manuel.

FIN.

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