Los Minions y el Pavo Travieso



Era un día soleado en el pueblo de los minios. Dos minios, Bob y Kevin, estaban jugando en el parque cuando de repente, comenzaron a pelearse por un gran globo amarillo.

"¡Ese globo es mío!" - gritó Bob, intentando agarrarlo.

"¡No es tuyo, es mío!" - respondió Kevin, empujándolo para intentar llevárselo.

Mientras discutían, un pequeño pavo, que no había notado su pelea, apareció justo enfrente de ellos.

"¡Miren, un pavo!" - exclamó Bob.

"¡Vamos a atraparlo!" - dijo Kevin.

Ambos minios olvidaron su pelea y comenzaron a perseguir al pavo travieso, corriendo de un lado a otro. Pero de pronto, la mamá de Bob, a la que le preocupaba que su hijo estuviera en problemas, se dio cuenta de que estaban persiguiendo a un pavo.

"¡Bob, Kevin! ¡Deténganse!" - gritó la mamá de Bob.

Los minios, asustados, decidieron correr hacia su mamá, pero chocar con ella solo intensificó la persecución. Entonces, uno de los minios, llamado Stuart, que estaba cerca y tenía una bufanda puesta, decidió ayudar.

"¡Chicos, no se peleen! ¡Es solo un pavo!" - decía Stuart mientras trataba de detenerlos.

Kevin, ya un poco cansado, le dijo:

"Pero es divertido, ¡vamos a atraparlo!"

Sin embargo, mientras trataban de salir del lío, la bufanda de Stuart voló por los aires y la mamá de Bob, al intentar atraparla, se la quitó sin querer.

"¡Oh no! ¡Mi bufanda!" - exclamó Stuart mientras veía que su bufanda se enredaba en el arbusto.

Justo cuando pensaban que el día no podía ser más complicado, Bob encontró una gran caja de cartón.

"¡Chicos, vengan! ¡Miren lo que encontré!" - llamó Bob entusiasmado.

Kevin y Stuart se acercaron rápidamente.

"¿Qué hay dentro?" - preguntó Kevin.

"No sé, pero deberíamos meternos todos dentro" - respondió Bob.

Los tres minios se metieron dentro de la caja y comenzaron a hacer ruido, riendo y bromeando. Sin embargo, al salir, Bob decidió poner un helado en su cabeza, como si fuera un sombrero.

"¡Miren, soy un minion helado!" - gritó riendo.

De repente, un minion morado, que siempre estaba cantando en el parque, llegó y comenzó a atacar a Bob con alegría.

"¡Lalala! ¡El helado es mi amigo!" - cantó el minion morado mientras le lanzaba más helado a Bob.

La mamá de Bob no pudo evitar reír al ver a su hijo cubierto de helado y a los demás minios riendo.

"Chicos, esto es un desastre, pero me encanta verlos felices. ¡Recuerden, siempre es mejor jugar juntos que pelear!" - les dijo, sonriendo.

Bob miró a Kevin y a Stuart, y dijo:

"Tienen razón, ¿Por qué seguimos peleando? ¡Es mucho más divertido ser amigos y jugar juntos!"

Desde ese día, los minios aprendieron que aunque a veces pueden haber peleas y desacuerdos, siempre es mejor resolver las cosas y disfrutar del tiempo juntos, porque la diversión se multiplica cuando están unidos.

Y así, el pavo pequeño se convirtió en su amigo, y juntos comenzaron a jugar en el parque, riendo y compartiendo nuevas aventuras, llevando siempre en su corazón la amistad y la alegría.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!