Los misterios del depósito

En la escuela San Martín, un día lluvioso, los niños Martina, Juan, Sofía y Lucas escucharon extraños ruidos provenientes del depósito. Intrigados, decidieron investigar. Al acercarse, vieron que la puerta estaba entreabierta.

Martina, la más valiente del grupo, propuso entrar y averiguar qué ocurría. -¿Tienen miedo? Vamos, juntos somos valientes-, les dijo. Una vez adentro, descubrieron que los ruidos provenían de un grupo de gatos que se refugiaban de la lluvia.

Los niños se quedaron sorprendidos, pero en lugar de asustarse, decidieron cuidar de los mininos. Durante las siguientes semanas, organizaron una colecta de alimentos y mantas para los gatos. Descubrieron el valor de la solidaridad y el amor por los animales.

A partir de ese día, el depósito se convirtió en un refugio seguro para los gatos, y los niños aprendieron una lección de amistad y empatía que nunca olvidarían.