Los nadadores del océano



Había una vez un grupo de nadadores muy especiales llamados Agua y sus amigos. Ellos vivían en un hermoso océano azul, donde pasaban la mayor parte del tiempo nadando y explorando.

Agua era el líder del grupo, siempre estaba dispuesto a ayudar a sus amigos y enseñarles diferentes estilos de natación. Era un pez muy sabio y rápido en el agua, por lo que todos los demás lo admiraban y respetaban.

Un día soleado, Agua reunió a sus amigos para una clase especial de natación. Quería enseñarles nuevos estilos que les permitieran ser aún más rápidos en el agua. "¡Amigos míos! Hoy aprenderemos tres nuevos estilos: mariposa, espalda y braza", anunció emocionado Agua.

Sus amigos se miraron entre sí con curiosidad e intriga. No podían esperar para comenzar la clase y aprender algo nuevo. Agua comenzó con el estilo mariposa.

Demostró cómo mover los brazos hacia arriba y hacia abajo al mismo tiempo mientras pateaba las piernas juntas. Todos trataron de imitarlo, pero fue difícil al principio. "¡Vamos chicos! ¡No se rindan! La práctica hace al maestro", alentó Agua. Después de muchos intentos, finalmente lograron dominar el estilo mariposa.

Sentían que volaban sobre el agua como verdaderas mariposas acuáticas. Luego llegó el turno del estilo espalda. Agua les mostró cómo flotar boca arriba mientras movían los brazos alternativamente hacia adelante.

Sus amigos encontraron este estilo más fácil de aprender y se divirtieron mucho nadando de espaldas. "¡Excelente trabajo, chicos! Ahora solo queda un estilo más", dijo Agua emocionado. El último estilo que Agua les enseñó fue la braza.

Les mostró cómo mover los brazos en forma circular hacia adelante mientras pateaban las piernas al mismo tiempo. Sus amigos encontraron este estilo un poco complicado al principio, pero con paciencia y perseverancia lograron hacerlo correctamente.

Después de varias horas de práctica, todos los amigos de Agua habían aprendido los tres nuevos estilos. Estaban muy emocionados y agradecidos por las enseñanzas de su querido líder. "¡Gracias, Agua! Eres el mejor profesor que podríamos tener", exclamaron todos alegremente.

Agua sonrió orgulloso y les recordó la importancia de practicar regularmente para mejorar sus habilidades en la natación. También les dijo que siempre estaría allí para ayudarlos en lo que necesitaran. Desde ese día, Agua y sus amigos se convirtieron en nadadores expertos en diferentes estilos.

Participaron juntos en competencias acuáticas y ganaron muchas medallas gracias a su dedicación y esfuerzo. La historia de Agua y sus amigos nos enseña la importancia del trabajo en equipo, la perseverancia y el valor de aprender cosas nuevas.

Todos somos capaces de superarnos si nos esforzamos y contamos con el apoyo adecuado.

FIN.

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