Los niños plásticos y la basura en la plaza
En un pequeño pueblo llamado Villa Limpiatodo, los habitantes disfrutaban de una hermosa plaza llena de árboles y flores. Sin embargo, la plaza enfrentaba un grave problema: la acumulación de basura.
A pesar de los esfuerzos de la comunidad, la basura parecía multiplicarse por arte de magia. Un día, los niños plásticos, Mila, Leo y Nico, quienes eran famosos por estar hechos de materiales reciclados, decidieron tomar cartas en el asunto.
"¡Tenemos que hacer algo para salvar nuestra plaza!" exclamó Mila con determinación. "Sí, si seguimos así, la naturaleza se enfermará", agregó Leo. Los niños plásticos se reunieron con el resto de los niños del pueblo y organizaron un plan para limpiar la plaza.
Con ingenio y creatividad, construyeron herramientas de reciclaje y repartieron bolsas entre todos. Trabajaron arduamente, recogiendo cada pedazo de basura con entusiasmo. Sin embargo, la tarea resultó ser más difícil de lo que esperaban, ya que la basura parecía no tener fin.
Justo cuando estaban a punto de rendirse, apareció la abuela Rosa, una anciana sabia y amorosa que siempre tenía una solución para todo. "¡No se desanimen, queridos niños! Si trabajan juntos, podrán lograrlo", les dijo con una sonrisa.
Inspirados por las palabras de la abuela Rosa, los niños redoblaron sus esfuerzos. Finalmente, la plaza quedó limpia y hermosa una vez más. Y para mantenerla así, los niños plásticos y sus amigos organizaron campañas de reciclaje y cuidado del medio ambiente.
La noticia de su valiosa labor se extendió y más niños se unieron a su causa, convirtiéndose en un ejemplo de cuidado y respeto por la naturaleza para toda la comunidad.
FIN.