Los Números Mágicos de la Escuela Príncipe de Paz



Era un día soleado en la escuela Príncipe de Paz, y un grupo de cinco amigos se reunió en el patio durante el recreo. Dylan, el más curioso del grupo, propuso un juego nuevo.

-Dylan dijo-: "¡Chicos! ¿Qué tal si hacemos una competencia de números de seis cifras? ¡El que encuentre el número más interesante gana!"

Emilio, que siempre tenía una sonrisa, se emocionó. "Yo me apunto. ¡A mí me encantan los números!"-

Victoria, siempre entusiasta, agregó: "Yo también, pero que sea un número que tenga una historia. ¡Quiero que sea especial!"-

Matías, un poco más serio, sugirió: "¿Y si hay un desafío adicional? Cada número tiene que ser formado por una combinación de los números del 1 al 9, sin repetir ningún dígito."-

Julian, que tenía una imaginación desbordante, se puso a pensar. "Eso suena genial, pero también deberíamos crear un cuento con nuestro número. Así lo haremos más interesante."-

El grupo acordó reunirse al final del día para presentar sus números y las historias que los acompañaban. A medida que avanzaba la jornada, cada uno comenzó a trabajar en su propuesta.

Cuando llegó la hora de presentar, los amigos se sentaron en círculo en el aula de matemáticas.

-Dylan abrió-: "Yo elegí el número 123456. Este número es especial porque está compuesto por el orden de los primeros seis números. Además, en mi historia, es un número mágico que puede abrir puertas a otros mundos."

Emilio, entusiasmado, compartió su número: "Yo elegí el 654321. Es el mismo número que Dylan, pero al revés. En mi historia, representa un viaje en el tiempo. Cada vez que retrocedemos en el reloj, este número nos lleva a una aventura diferente."-

Victoria, con su creatividad, mostró su número, 246813. "Este número es como un tren que pasa a través de una mágica selva. En cada par de dígitos, hay dos animales que representan a todos mis amigos. ¡Incluso ustedes, chicos!"-

Matías se aclaró la garganta: "Yo elegí el 345678. Es un número que esconde un tesoro. En mi historia, ese tesoro está escondido en una montaña y puede ser encontrado solo por quienes sean valientes y tengan buenos amigos."-

Finalmente, Julian se levantó para contar su historia. "Mi número es el 789012. Este número me hizo pensar en una escuela de magia donde los estudiantes tienen que aprender a usar los números para controlar sus poderes. Al pronunciarlo, encienden su varita mágica y comienzan a practicar. Y, ¡sorpresa! Todos mis amigos son estudiantes ahí."-

Los cinco amigos rieron y disfrutaron de sus historias. Pero, mientras se reían, escucharon un misterioso sonido proveniente de la pizarra.

"¿Qué será eso?"- preguntó Victoria.

De repente, un número brillante apareció en la pizarra, un número que no habían visto antes: 111222.

Matías, curioso, propuso: "¿Y si creamos una nueva historia para este número? Podría ser una nueva aventura para nosotros cinco."-

Así que, todos juntos, comenzaron a inventar una historia. "Este número representa la unión de nuestras fuerzas. Cada uno de nosotros tiene una habilidad especial: Dylan tiene la curiosidad, Emilio tiene la alegría, Victoria la creatividad, Matías la valentía y Julian la imaginación. Juntos, hacemos magia y superamos cualquier desafío."-

Al final del día, los amigos habían creado un nuevo juego, un número y una historia que los unía aún más. Se dieron cuenta de que los números no solo son cifras, sino también partes de su amistad.

-Y así, así como los números estaban interconectados, ellos también lo estaban. Desde ese día, todos los días en el recreo, se reunieron a inventar nuevos números y nuevas historias. Nunca dejaron de aprender y sobre todo, nunca dejaron de ser amigos.

Y así, en la escuela Príncipe de Paz, cada uno de ellos lleva consigo un poco de magia numérica y un lazo especial que no se puede romper.

"El único límite es nuestra imaginación, chicos!"- dijo Dylan, poniendo un broche de oro a su día.

Los cinco amigos aplaudieron y empezaron con su próximo número mágico, emocionados por lo que el futuro les traería.

FIN.

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