Los ojos alegres de Juana
Juana era una niña con ojos tristes. A pesar de su mirada melancólica, le encantaba jugar y disfrutar de la vida. Un día, mientras paseaba por el parque, conoció a un hada llamada Lucía.
- ¡Hola, Juana! Veo que tienes ojos tristes, pero tu sonrisa es muy linda. - dijo el hada. Sorprendida, Juana asintió y le contó a Lucía que a veces se sentía triste, aunque le gustaba divertirse.
El hada le ofreció un regalo especial: un par de gafas mágicas que le permitirían ver la alegría en todas partes. De repente, cuando Juana se puso las gafas, todo a su alrededor brillaba con colores vibrantes y podía ver la felicidad en las pequeñas cosas.
Emocionada, Juana corrió hacia el patio de juegos, donde ayudó a otros niños a construir un castillo de arena. Con sus nuevas gafas mágicas, logró ver la sonrisa en el rostro de cada niño, lo que la llenó de alegría.
Desde ese día, Juana compartió sus gafas mágicas con todos sus amigos, enseñándoles a apreciar la belleza de la vida y a encontrar la felicidad en cada momento. La tristeza en sus ojos se desvaneció, dando paso a una mirada llena de alegría.
Juana se convirtió en la niña con los ojos más alegres del vecindario.
FIN.