Los ojos de Isabella



Isabella era una adolescente común, o al menos eso es lo que ella creía. Pero un día descubrió que tenía un poder muy especial: podía ver lo que las personas pensaban solo con mirar a los ojos.

Al principio, esto la asustó mucho. Tenía miedo de ser diferente, de no encajar en el mundo. Pero con la ayuda de su abuela, Isabella aprendió a aceptar su don y a usarlo para hacer el bien.

Descubrió que podía ayudar a sus amigos a comprenderse mejor, y a las personas a su alrededor a sentirse más comprendidas. Isabella entendió que ser diferente no era malo, sino algo único y maravilloso.

Aprendió a valorar su don y a usarlo con responsabilidad, convirtiéndose en una persona aún más especial. Y así, Isabella descubrió que, a veces, aquello que nos hace diferentes es lo que nos hace realmente increíbles.

FIN.

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