Los Ositos Valientes
Había una vez un oso llamado Benito que se había perdido en el bosque. Estaba muy asustado y triste, no sabía cómo encontrar su camino de regreso a casa.
Mientras caminaba sin rumbo, escuchó unos suaves gruñidos provenientes de detrás de unos arbustos. Al acercarse, descubrió a dos ositos pequeños, Luna y Mateo, que también estaban perdidos. Benito sintió empatía por ellos y decidió ayudarlos. "¿Están bien? ¿También están perdidos como yo?", preguntó con ternura.
"Sí, estamos perdidos", respondió Luna con voz temblorosa. "Pero juntos podemos encontrar el camino de regreso a casa", agregó Mateo con determinación.
Benito sonrió al escuchar esas palabras y propuso formar un equipo para enfrentar juntos todos los problemas que pudieran surgir en el bosque. Luna y Mateo aceptaron emocionados la idea y así comenzaron su aventura. Caminaron durante horas, sorteando obstáculos como ríos caudalosos y árboles caídos.
En cada momento difícil, recordaban que estaban juntos y eso les daba fuerzas para seguir adelante. Un día, mientras buscaban comida en un claro del bosque, se encontraron con un zorro astuto que intentaba engañarlos para robarles sus provisiones.
Benito rápidamente ideó un plan para despistar al zorro mientras Luna y Mateo escondían la comida en un lugar seguro. "¡Hey zorro! ¿Por qué no juegas con nosotros una carrera hasta aquél árbol?" propuso Benito con picardía. El zorro aceptó confiado creyendo que ganaría fácilmente.
Pero lo que no sabía era que Luna y Mateo habían preparado una cuerda entre los árboles para hacerlo tropezar. Con astucia e ingenio lograron vencer al zorro tramposo y recuperar sus provisiones.
Desde ese día aprendieron la importancia de trabajar en equipo y confiar en las habilidades únicas de cada uno. Finalmente, luego de muchas aventuras juntos, encontraron el camino de regreso a casa gracias a la valentía, solidaridad y amistad que los unía.
Benito ya no se sentía solo ni perdido porque ahora tenía a Luna y Mateo a su lado para siempre.
Y así termina esta historia donde tres ositos demostraron que cuando se ayuda mutuamente y se trabaja en equipo, ¡no hay problema imposible de resolver!
FIN.