Los osos del campo de flores



En un hermoso bosque, vivían tres osos llamados Oso Grande, Oso Mediano y Oso Pequeño. Les encantaba pasear por el bosque, jugar juntos y disfrutar de la naturaleza.

Un día, mientras caminaban, encontraron un campo lleno de flores de todos los colores imaginables. "¡Miren qué hermosas flores! ¡Son tan coloridas y perfumadas!", exclamó emocionado Oso Pequeño. "Sí, son preciosas. Nunca habíamos visto tantas flores juntas", dijo Oso Mediano con asombro.

"Deberíamos llevar algunas a casa para decorar nuestra cueva", sugirió Oso Grande. Los tres osos comenzaron a reagarrar algunas flores cuando escucharon risas y voces de niños que se acercaban al campo. Eran cuatro niños: Martina, Juanito, Sofía y Tomás.

Ellos también estaban maravillados con las flores y decidieron jugar juntos a la pelota en medio del campo. "¡Hola ositos! ¿Quieren jugar con nosotros?", les preguntó Martina con una sonrisa.

"¡Sí, sí! ¡Queremos jugar!", respondieron los osos emocionados. Así que los siete amigos comenzaron a jugar juntos. Los niños lanzaban la pelota tan alto como podían mientras los osos intentaban atraparla con sus enormes patas. Todos reían y se divertían sin parar.

De repente, la pelota salió disparada hacia un arbusto espinoso donde un conejito estaba escondido asustado. Los niños corrieron a rescatarlo mientras los osos se quedaron cuidando las flores del campo para que nada malo les pasara.

Después de rescatar al conejito ileso, los siete amigos continuaron jugando y divirtiéndose juntos hasta que el sol empezó a ponerse en el horizonte. "Fue un día increíble", dijo Sofía con una gran sonrisa en su rostro.

"Sí, nunca olvidaremos este día en el bosque", agregó Tomás mirando a sus nuevos amigos osos con cariño. Los tres osos se despidieron de los niños prometiendo volver a encontrarse pronto para seguir jugando y explorando juntos el bosque mágico lleno de sorpresas y aventuras.

Y así fue como esa inesperada amistad entre osos, flores y niños enseñó a todos que la verdadera magia está en compartir momentos especiales con quienes más queremos sin importar nuestras diferencias ni lo diferentes que podamos ser unos de otros.

Y así continuaron viviendo felices para siempre en ese bosque encantado donde la amistad lo era todo.

FIN.

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