Los pasos únicos de Dina
Dina era la vaquita más feliz del mundo cuando bailaba. Sus movimientos eran graciosos y llenos de alegría, y siempre lograban sacar una sonrisa a los demás animales de la granja.
Un día, mientras Dina estaba bailando en el prado, se acercó un pollito llamado Pipo. Pipo era muy curioso y le encantaba aprender cosas nuevas.
Al ver a Dina bailar, no pudo evitar preguntarle:"¡Hola Dina! ¿Por qué te gusta tanto bailar?"Dina, con una amplia sonrisa en su rostro, respondió:"¡Hola Pipo! Bailar me hace sentir libre y feliz. Cuando muevo mi cuerpo al ritmo de la música, siento que puedo expresarme de una manera especial.
"Pipo quedó fascinado con las palabras de Dina y decidió acompañarla en su baile. Juntos saltaron y dieron vueltas por todo el prado mientras el sol brillaba sobre ellos. Sin embargo, no todos los animales estaban contentos con el baile de Dina.
El granjero observaba desde lejos cómo ella se movía al ritmo de la música y pensaba que eso era una pérdida de tiempo para una vaquita. Un día, el granjero decidió poner fin a los bailes de Dina.
La encerró en un pequeño corral para que no pudiera moverse ni escuchar música nunca más. Dina se sentía triste y desanimada sin poder bailar. Los demás animales también extrañaban sus divertidos movimientos y decidieron ayudarla.
Los pájaros cantaron canciones alegres cerca del corral para levantar el ánimo de Dina. Los cerditos cavaron un túnel bajo la cerca para que pudiera escapar. Y los caballos le dieron consejos sobre cómo enfrentarse al granjero.
Con mucho coraje y determinación, Dina logró salir del corral y se dirigió directamente a la radio del granjero. Sin importarle lo que pudiera pasar, encendió la música y comenzó a bailar como nunca antes lo había hecho. El granjero quedó sorprendido al ver a Dina bailando con tanta pasión.
Se dio cuenta de que ella era feliz bailando y entendió que no debía privarla de algo tan importante para ella. "Dina, lamento haberte encerrado", dijo el granjero arrepentido.
"No me di cuenta de lo importante que es el baile para ti. A partir de ahora, te prometo que siempre podrás bailar en este campo. "Dina sonrió emocionada y agradecida por haber recuperado su libertad para bailar.
Desde ese día, todos los animales de la granja se unieron a ella en sus bailes diarios, creando una fiesta llena de música y alegría. Y así fue como Dina enseñó al mundo que cada uno tiene su propia forma especial de expresarse y ser feliz.
Ya sea cantando, pintando o bailando como Dina, todos tenemos algo único dentro de nosotros que nos hace especiales.
Desde aquel día, nadie más volvió a cuestionar el amor por el baile de Dina ni su derecho a ser feliz mientras movía sus patas al ritmo de la música. Y juntos vivieron felices bailando en la granja por siempre jamás. .
FIN.