Los patitos futbolistas



Había una vez un grupo de patitos que vivían en una hermosa laguna rodeada de altos árboles y flores coloridas. Los patitos eran muy amigos y siempre disfrutaban de divertidos juegos en el agua.

Un día, mientras los patitos jugaban en la orilla de la laguna, vieron algo brillante entre las piedras. ¡Era un balón de fútbol! Todos se emocionaron al verlo y decidieron jugar un partido. "¡Vamos a formar dos equipos!", dijo Patito Amarillo con entusiasmo.

"Yo quiero ser del equipo azul", exclamó Patita Celeste. "Entonces yo seré del equipo rojo", respondió Patito Rojo. Los demás patitos también eligieron sus colores y formaron los equipos.

El partido comenzó y los dos equipos se esforzaron al máximo para ganar. Los patitos nadaban rápido por la laguna, pateando el balón con sus pequeñas alas. El juego estaba muy emocionante cuando, de repente, el balón salió volando por encima del agua y cayó en medio del bosque.

Los patitos quedaron sorprendidos y tristes porque no sabían cómo recuperarlo. "No te preocupes", dijo Patita Celeste con determinación. "¡Voy a buscarlo!"Patita Celeste nadó rápidamente hacia el bosque y comenzó a explorar entre los árboles.

Después de mucho buscar, encontró el balón atrapado entre las ramas altas de un árbol. "¡Lo encontré!", gritó emocionada mientras sostenía el balón en su pico.

Patita Celeste regresó triunfante a la laguna y todos los patitos celebraron su valentía y determinación. El partido continuó con más energía que nunca. Pero justo cuando el sol comenzaba a ponerse, el balón volvió a salir volando por encima del agua y cayó en una zona pantanosa de la laguna.

Los patitos se miraron preocupados porque sabían que era peligroso acercarse al pantano. "No podemos dejar que el balón se pierda", dijo Patito Amarillo con valentía. "Voy a rescatarlo".

Patito Amarillo nadó hacia el pantano con mucho cuidado, evitando quedar atrapado en el barro. Con sus pequeñas alas, logró llegar hasta el balón y lo trajo de regreso sano y salvo. Los patitos aplaudieron emocionados por la valentía de Patito Amarillo.

El partido continuó bajo la luz de la luna, llenando la laguna de risas y alegría. Finalmente, llegó el momento del último gol del partido. Ambos equipos estaban empatados y necesitaban un ganador. Fue entonces cuando Patita Celeste tuvo una idea brillante.

"¡Hagamos un gol juntos!", exclamó emocionada. Los patitos aceptaron entusiasmados la propuesta y patearon todos juntos el balón hacia el arco rival. El gol fue espectacular y todos celebraron abrazándose, sin importar qué equipo habían elegido al principio.

Desde ese día, los patitos aprendieron que trabajar en equipo era mucho más divertido que competir entre ellos. Aprendieron también que cada uno tenía habilidades especiales para ayudar a los demás y que juntos podían lograr grandes cosas.

Y así, los patitos siguieron disfrutando de sus juegos en la laguna, siempre recordando aquel partido donde aprendieron valiosas lecciones de amistad y cooperación.

FIN.

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