Los Pequeños Exploradores del Jardín



Había una vez en el Jardín de Infantes "Rayito de Sol", un grupo de niños exploradores que soñaban con convertirse en la superclase del jardín.

Ellos eran Mateo, Catalina, Tomás, Sofía y Manuel, cinco amigos muy unidos que siempre estaban dispuestos a vivir grandes aventuras. Un día, la maestra Clara les anunció que para llegar a ser la superclase debían demostrar su valentía y trabajo en equipo superando diferentes niveles.

Los niños estaban emocionados y aceptaron el desafío sin dudarlo. El primer nivel consistía en encontrar un tesoro escondido en el patio del jardín. Los pequeños exploradores se pusieron manos a la obra y comenzaron a buscar por todos lados.

Después de seguir pistas y sortear obstáculos, finalmente encontraron el tesoro enterrado bajo un árbol. Estaban felices de haber superado el primer nivel. En el segundo nivel, debían resolver acertijos matemáticos para abrir una puerta mágica que los llevaría al siguiente desafío.

Catalina era muy buena con los números, Tomás tenía una gran habilidad para los cálculos mentales y juntos lograron resolver los acertijos rápidamente.

Al llegar al tercer nivel, se encontraron con un laberinto donde debían demostrar paciencia y estrategia para encontrar la salida. Mateo lideró al grupo dando indicaciones precisas mientras Sofía dibujaba un mapa mental del laberinto. Gracias a su trabajo en equipo lograron salir victoriosos.

El cuarto nivel era enfrentar sus miedos internos representados por sombras oscuras que intentaban asustarlos. Manuel recordó las palabras de su abuelita: "La valentía no es no tener miedo, sino enfrentarlo". Con coraje, los niños iluminaron las sombras con linternas y descubrieron que no eran más que figuras inofensivas.

Finalmente, llegaron al quinto nivel donde debían construir juntos una torre lo suficientemente alta como para tocar las nubes. Cada niño aportó ideas creativas y trabajaron arduamente hasta lograr construir la torre más alta que jamás hubieran visto en el jardín.

Al ver satisfecha su tarea cumplida, la maestra Clara les dijo: "-¡Felicidades! Han demostrado ser verdaderos exploradores valientes y trabajadores. Ustedes son ahora la superclase del Jardín de Infantes "Rayito de Sol".

" Los niños celebraron abrazándose emocionados por haber alcanzado su objetivo.

Desde ese día, Mateo, Catalina, Tomás, Sofía y Manuel siguieron viviendo nuevas aventuras como la superclase del jardín, inspirando a otros niños a nunca rendirse ante los desafíos y siempre trabajar en equipo para alcanzar sus sueños más grandes.

FIN.

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