Los príncipes perdidos
Había una vez un rey llamado Medusa que vivía en un hermoso reino junto a su esposa, la reina Unicornio. Ambos eran amados y respetados por todos sus súbditos debido a su bondad y sabiduría.
Sin embargo, había algo que entristecía al rey y a la reina: no tenían hijos. A pesar de tener todo lo que necesitaban, sentían un gran vacío en sus corazones al no poder formar una familia.
Un día, mientras paseaban por el bosque encantado del reino, se encontraron con una anciana sabia que les dijo: "Si desean tener hijos, deben buscar el Árbol de los Deseos. Allí podrán pedirle al universo su mayor anhelo".
Medusa y Unicornio se emocionaron ante esta posibilidad y decidieron emprender la búsqueda del Árbol de los Deseos. Durante días caminaron sin descanso hasta llegar a lo más profundo del bosque. Finalmente, encontraron el majestuoso árbol rodeado de brillantes luciérnagas.
Al acercarse, escucharon una voz melodiosa que decía: "Bienvenidos queridos gobernantes. ¿Cuál es su deseo más profundo?". Medusa tomó la palabra y explicó con emoción: "Deseamos tener hijos para poder compartir nuestro amor y enseñarles los valores de nuestro reino".
El árbol sonrió y concedió su deseo mágicamente. Poco después nacieron dos pequeños príncipes muy especiales: Esteban y Lucas. Esteban tenía cabellos dorados como el sol y ojos azules como el cielo.
Lucas, en cambio, tenía cabellos oscuros como la noche y ojos verdes como las hojas de los árboles. A medida que crecían, los príncipes demostraban ser niños valientes y curiosos. Aprendieron a montar a caballo, a tocar instrumentos musicales y a bailar con gracia.
Además, mostraron gran interés por aprender sobre la historia del reino y cómo solucionar problemas. Un día, mientras exploraban el bosque encantado junto al unicornio real, Esteban se tropezó con una piedra mágica que lo transportó a un mundo desconocido.
Lucas corrió hacia su padre para contarle lo ocurrido y juntos buscaron una forma de rescatar a Esteban. El rey Medusa decidió pedir ayuda al pueblo para organizar una búsqueda masiva.
Todos los habitantes del reino se unieron en una inmensa cadena humana para buscar al pequeño príncipe perdido. Durante días recorrieron cada rincón del bosque sin descanso hasta que finalmente encontraron a Esteban atrapado en una cueva oscura. El reencuentro fue emocionante y todos celebraron con alegría.
Desde ese día, los dos hermanos aprendieron la importancia de cuidarse mutuamente y nunca separarse demasiado. Con el tiempo, Esteban y Lucas se convirtieron en grandes líderes siguiendo los pasos de sus padres.
Juntos lograron transformar el reino en un lugar aún más próspero y feliz.
La lección que dejó esta maravillosa historia es que no importa cuán difíciles sean los desafíos que enfrentemos en la vida, siempre podemos superarlos si contamos con el amor y el apoyo de nuestra familia y amigos. Y así, Medusa, Rey Unicornio, Reyna y sus hijos vivieron felices para siempre en su reino encantado.
FIN.