Los programadores emocionales
Desde el primer día, se dieron cuenta de que compartían una gran pasión por la tecnología y la programación. Juntos, trabajaron en varios proyectos y participaron en competencias de robótica.
Un día, mientras estaban discutiendo sobre cómo mejorar su robot para una próxima competencia, Mariana tuvo una idea brillante: "¿Qué tal si le enseñamos al robot a reconocer emociones?"Pablo se mostró un poco escéptico al principio, pero después de pensarlo un poco más, decidió que valía la pena intentarlo.
Así que juntos comenzaron a trabajar en el proyecto. Después de muchas horas de trabajo duro y dedicación, finalmente lograron programar al robot para reconocer diferentes emociones como alegría, tristeza y sorpresa. Estaban muy emocionados con los resultados.
Pero entonces ocurrió algo inesperado. Durante una presentación del robot en la universidad, alguien les preguntó: "¿Por qué es importante que un robot pueda reconocer emociones?"Pablo y Mariana se quedaron sin palabras por un momento.
No habían pensado realmente en eso antes. Pero después de reflexionar un poco más sobre la pregunta, llegaron a una conclusión. "La inteligencia artificial no solo trata sobre crear robots que puedan hacer cosas increíbles", dijo Pablo.
"También se trata de entender mejor las personas y cómo interactúan con el mundo". Mariana asintió con entusiasmo: "¡Exacto! Si podemos enseñarle al robot a reconocer nuestras emociones, podemos ayudar a las personas que tienen dificultades para expresarse o comunicarse".
Desde ese día en adelante, Pablo y Mariana continuaron trabajando juntos en proyectos de inteligencia artificial con un nuevo propósito: ayudar a las personas.
Y su robot emocional se convirtió en una herramienta valiosa para terapeutas y psicólogos que trabajaban con pacientes que necesitaban ayuda para expresar sus emociones. Pablo y Mariana aprendieron que la tecnología no solo es divertida, sino también tiene el poder de hacer una gran diferencia en el mundo.
Y esa fue la lección más importante de todas.
FIN.