Los ratoncitos valientes
Había una vez tres hermanitos, Juanito, Martina y Sofía, que estaban muy emocionados porque iban a ir a la feria. Llegaron temprano, llenos de alegría y expectativa por todo lo que iban a disfrutar.
Recorrieron todos los juegos mecánicos y probaron todas las delicias que ofrecían los puestos de comida. Pero mientras se divertían en el carrusel, algo extraordinario sucedió: una bruja malvada apareció de repente y con un hechizo los convirtió en ratones.
Los tres hermanitos quedaron desconcertados al verse convertidos en pequeños roedores. Estaban asustados y no sabían cómo volver a ser humanos. La bruja se rió maliciosamente antes de desaparecer entre las sombras.
Juanito, Martina y Sofía comenzaron a buscar desesperadamente una solución para su situación. Decidieron acercarse al mago del circo que estaba justo al lado del carrusel. Tal vez él podría ayudarlos. Al llegar al circo, encontraron al mago ensayando sus trucos para el gran espectáculo de esa noche.
Los ratones intentaron llamar su atención saltando sobre la mesa donde estaba trabajando, pero el mago parecía no darse cuenta.
Finalmente, uno de los ratones decidió subirse encima del sombrero mágico del mago e hizo un ruido fuerte golpeándolo con su cola. El mago sorprendido miró hacia arriba y vio a los tres ratoncitos frente a él. -¡Oh! ¡Pero qué tenemos aquí! ¡Tres tiernos ratoncitos! -exclamó el mago con asombro.
Los hermanitos ratones le explicaron su situación y le suplicaron al mago que los ayudara a volver a ser humanos. El mago, conmovido por su historia, aceptó intentar deshacer el hechizo de la bruja.
El mago les pidió que se subieran a una pequeña plataforma y comenzó a recitar un conjuro mágico mientras agitaba su varita.
De repente, una luz brillante envolvió a los tres ratoncitos y cuando esta desapareció, ¡los niños volvieron a ser humanos! Juanito, Martina y Sofía saltaron de alegría al verse libres del encantamiento. Agradecieron al mago con abrazos y sonrisas. Pero antes de irse, el mago les advirtió que debían aprender una importante lección: nunca confiar en extraños y siempre estar atentos ante cualquier peligro.
Les recordó que la feria era un lugar lleno de diversión pero también podía esconder sorpresas desagradables. Los hermanitos entendieron el mensaje del mago y prometieron cuidarse mutuamente en todo momento.
Se dieron cuenta de lo importante que era valorar la seguridad y protección familiar. Desde aquel día, Juanito, Martina y Sofía siguieron siendo inseparables. Aprendieron la importancia de estar alerta ante situaciones desconocidas y disfrutaron cada aventura juntos como verdaderos héroes.
Y así fue como estos tres valientes hermanitos aprendieron una lección inolvidable en aquella feria mágica: que no importa qué obstáculos se presenten en la vida, siempre podrán superarlos si están unidos y confían en su amor fraternal.
FIN.